¡De visita por los zoológicos de elefantes blancos!
|
16 de julio de 2020
Por Uriel Ortíz Soto
|
|
|
Por Uriel Ortíz Soto |
Comunidad y Desarrollo
Continúo insistiendo, que las veedurías ciudadanas¸ serían el medio más efectivo, para que los ciudadanos, hagan control fiscal en sus respectivas jurisdicciones: ciudades, municipios y veredas.
No podemos continuar admitiendo que los organismos de control: regionales y municipales, continúen haciéndose los de la vista gorda, cuando debajo del puente de sus instituciones fiscalizadas, corren aguas putrefactas, que están perjudicante enormemente el progreso de las: ciudades, pueblos y veredas:
Puestos de salud, carreteras vereda les, escuelas, acueductos y alcantarillado, reparación de viviendas, entre muchas otras obras, forman parte del zoológico de elefantes blancos dispersos por todo el País.
Queremos iniciar a través de este medio, una campaña, para que quienes deseen denunciar la existencia de elefantes blancos en su: ciudad, barrio,
Municipio o vereda, puedan hacerlo, sin ningún temor, con la absoluta seguridad que su identidad será protegida por este medio.
Es verdaderamente indignante visitar el zoológico de elefantes blancos, sin que a la vista aparezcan sus verdaderos responsables; que existen a todo lo largo y ancho del territorio nacional; en las aéreas urbanas y rurales hay obras abandonadas e inconclusas, lo más grave sin dolientes y responsables a la vista; parecería que se programaron, presupuestaron y se iniciaron, en contubernio con ciertos gobernadores y alcaldes corruptos e inescrupulosos, simple y llanamente para robarse los recursos de la obra.
Lamentablemente a la fecha los organismos de control del nivel nacional: contraloría, procuraduría y fiscalía, no se ha apersonado como debería ser de semejante debacle nacional, que en este orden de ideas corrompen la conciencia ciudadana y contribuyen al atraso de sus regiones.
Mucho se ha dicho por ejemplo, de las vías de penetración vereda les, para favorecer a nuestro campesinos en el trasporte de sus productos a los centros de abastecimiento, pero, lamentablemente si se hace un balance sobre este solo caso, tiemblan las estructuras de los más corruptos.
Hemos visto casos, como nuestros campesinos de diferentes veredas, municipios y ciudades del País, al no tener como comercializar sus productos por falta de transporte, finalmente los dejan para alimentar animales, o los regalan; este caso ocurre con mucha frecuencia con las frutas y verduras.
Por este motivo es que siempre he creído, que el Estado, debe responder por lo que el campesino produzca, son muchos los casos de construcción de vías de penetración, y centros de acopio, para agro industrializar sus productos, pero debido a la corrupción rampante, tienen que desistir del cultivo, para dedicarse a otros menesteres.
Los casos de centros de salud, es otro rubro de elefantes blancos, se conoce que varios de ellos, que iniciaron la construcción y finalmente la obra quedó paralizada, puesto que los contratistas, la iniciaron y a los pocos días cuando recibieron el 50% emprendieron las de Villadiego, sin que a la fecha se tenga conocimiento de su paradero.
Las escuelas rurales, son otra especie de elefantes blancos, pero lo más grave, es que hay casos también en las áreas urbanas; escuelas que si lograron apertura se, no resistieron por mucho tiempo los embates del tiempo por deficiencia en la construcción.
Lamentablemente a los establecimientos educativos, se le suma otra terrible pandemia y es la de los corruptos, expertos en negociar los: PAE
Programas de Alimentación Escolar; existen empresas dedicadas únicamente a negociar la alimentación de los niños, son varios los individuos que ha n sido señalados, pero el negocio es tan rentable, que se las arreglan para continuar licitando a través de terceros.
En síntesis, señores de los organismos de control, por favor más actitud positiva frente a estos casos, que los pícaros de los elefantes blancos andan sueltos y haciendo de las suyas.
