¿Cómo es una cosecha de café?
Comunidad y Desarrollo
La cosecha de mitaca está por terminar, pero, viene la de octubre, que se extiende hasta el mes de enero; es el tiempo en que nuestros campesinos caficultores, al terminar la jornada, – al fragor de una deliciosa taza de café -, rasgan el tiple y las guitarras, para sacar hermosas melodías, que muchas veces compiten con los más avezados compositores.
Se inspiran en sus propias cosechas, le cantan a la vida y a la luz de la luna llevan serenatas a las bellas chapoleras y campesinas, que últimamente invaden las fincas cafeteras como cultivadoras y propietarias.
Detrás del cultivo del café, se esconden variedad de secretos y leyendas, muchas de ellas tejidas o inventadas por los recolectores, que, al terminar el día, se sientan en los corredores a rasgar tiples y guitarras, de donde muchas veces surgen bellas e improvisadas canciones a la vida, amores y destinos.
El producto emblemático y orgullo de Colombia, como lo es el café; en algunas regiones de nuestro País y del exterior, es poco conocido; su proceso de cultivo, con las diferentes variedades, hasta llegar a su imponente calidad, no dejan de sorprender al mundo por su exquisito sabor y aroma.
Cuando los cafetos están cubiertos de azahares, – flores blancas- se puede avizorar lo que será el monto total de la cosecha; hay árboles tan bondadosos a los cuales se les puede coger hasta ocho kilos de café cereza, por eso, hay que apurarle a la recolección para evitar que se caiga del árbol y pierda calidad.
El café en pulpa o acabado de recolectar, hay que llevarlo a los estanques donde queda listo, para ser llevados a la despulpadora, que puede ser manual o de motor, y al ser pelado arroja lo que es el café baba.
El café baba, hay que lavarlo y después viene el zarandeo, que consiste en separar el café puro del café pasilla, que viene siendo el de menor calidad y de mayor consumo en las haciendas y fincas cafeteras.
Agotado el proceso de zarandeo, tanto café puro, como pasilla, son llevados al secadero o llamados silos; pueden demorar en su proceso de sacado hasta cuatro días, sin embargo, si hace buen sol, en dos días queda listo para ser empacado en sacos de 50 kilos para ser sacado al mercado.
Sin embargo, si el productor quiere darle mayor calidad para mejorar el precio, debe someter su café a un proceso de selección, es decir limpiándolo de granos deformes, con media cara o descoloridos.
La recolección y administración del café, es algo tan emocionante y sublime, que sus procesos agro turísticos, en los actuales momentos, recorren los países europeos y asiáticos, invitando al mundo a visitar las zonas cafeteras, donde se cultiva el más delicioso café del mundo, pero, sobre todo, en una región de verdadera paz y armonía.
Su delicioso aroma, ha conquistado los más exquisitos paladares de hombres de empresa y de negocios; las más exigentes reuniones sociales en los países europeos y asiáticos, son atendidas al calor de una deliciosa taza café colombiano.
Para quienes tuvimos el privilegio de haber nacido y pasar parte de nuestra niñez y adolescencia en la región cafetera; en estas épocas de recolección, nos llenamos de nostalgia, puesto que, vienen a nuestra memoria los bellos recuerdos, matizados con el aroma campesino, el trino de las bellas y majestuosas aves, el revoleteo de pequeños cuadrúpedos de especies menores, como las juguetonas ardillas, guatines y conejos, que, si bien a veces resultan perjudiciales, su presencia forma parte del colorido y belleza del Paisaje Cultural Cafetero.
El pájaro carpintero que, con su potente pico, construye en los aguacates, carboneros y otras especies de mayor envergadura, sus nidos en forma redonda, tan bien pulida, que los expertos en escuadra y demás implementos, no han sido capaces de darle la misma forma.
Pero, lamentablemente, sus fuentes de agua cristalina que son otro atractivo del cultivo del café, últimamente viene deteriorándose con el cultivo del aguacate hass, cuya siembra, no solo está destruyendo nuestro paisaje, sino, acabando con las especies tradicionales, que, en tiempos de antaño, le dieron colorido y fueron fuente de inspiración poética y el cantar de los cantares, donde las bellas musas se inspiraban al son de tiples, guitarras y bandolas.
Los meses de mayo, junio y mediados de julio, son los de la recolección de la cosecha de mitaca en el Eje Cafetero; los dueños de las fincas se preparan para iniciar tal labor y al observar sus cafetos cubiertos de granos rojos, se llenan de nerviosismo, puesto que, de no apresurarse a la recolección, empiezan a caerse del árbol y los que caen al suelo, por desprendimiento, pierden calidad.
Pasada la cosecha de mitad de año o de mitaca, se espera la del mes de octubre