COVID-19 presenta síntomas particulares en niños
Las manifestaciones clínicas en niños a causa del nuevo coronavirus, aunque son muy parecidas a las de los adultos –síntomas de infección aguda respiratoria con fiebre, tos, moco o dificultad para respirar–, presentan otros síntomas asociados, como diarrea, dolor de estómago y afectaciones gastrointestinales.
Se conoce que la COVID-19 afecta en mayor grado a personas mayores que a los niños; sin embargo, los pocos casos de contagio en menores de diferentes países muestran que ellos terminan presentando comportamientos agresivos y severos.
Esta situación está consignada en la reciente prepublicación para la revista Pediatrics –de la American Academy of Pediatrics– en la que el pediatra intensivista Pablo Vásquez Hoyos, profesor auxiliar del Departamento de Pediatría de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), investigó junto con otros profesionales de la salud de varios países del mundo, la epidemiología de estos pacientes críticos por COVID-19.
El estudio preliminar, llamado Cake, comenzó el 1 de abril, pero a causa de la pandemia fue suspendido el 30 del mismo mes. No obstante, alcanzó a recoger 17 casos, con el apoyo de 60 centros de Italia, España, Estados Unidos, Colombia y Chile. De estos, 6 son europeos, 4 estadounidenses y 7 latinoamericanos, entre ellos 4 colombianos.
La mayoría de los niños del estudio presentaban algún tipo de comorbilidad variable, como enfermedades respiratorias, antecedentes de enfermedad cardíaca, problemas inmunológicos y obesidad, entre otras. Sin embargo, no hubo un patrón de comorbilidad como el descrito en adultos, y que suelen estar claramente asociados con obesidad o hipertensión.
De los 17 niños, 4 presentaban enfermedades cardiacas que generaron un cuadro agudo, lo que se conoce como miocarditis (inflamación del corazón).
De los casos estudiados solo el 75 % tenía fiebre, el 50 % tenía tos y dificultad para respirar, y otros presentaban diarrea, síntomas gastrointestinales y otras sintomatologías.
Países en estudio
En Latinoamérica, el estudio se trabajó por países; en Colombia, con el Centro Pablo Tobón de Medellín, la Fundación Cardio Infantil de Bogotá y el Hospital Susana López de Valencia de Popayán, y en Chile, con el Hospital Regional de Antofagasta y el Hospital Pediátrico Sotero del Río, en Santiago.
En cuanto a las edades de los pacientes, “el más pequeño tiene 2 meses y el mayor 17 años, es decir todas las edades del rango pediátrico, con una media de 4 años”, afirma el especialista.
“Hasta el momento las publicaciones de niños críticos en el mundo han sido muy escasas, con reportes generales que solo muestran uno o dos datos, pero no explican qué procedimiento aplicaron ni qué síntomas tenían, cómo evolucionaron o cuánto tiempo necesitaron los respiradores. En este sentido, el objetivo de esta publicación es mostrar más detalles del comportamiento de los niños”, sostuvo el pediatra.
Según el especialista, la idea del estudio es que cada vez se sumen más centros y que con esta publicación haya más colaboradores que socialicen nuevos casos, para así poder construir un perfil más claro y ampliar el número de menores en estudio, ya que para tomar decisiones es necesario que el número de casos reportados aumente.
Trabajo en conjunto
“El trabajo es resultado de una labor iniciada hace varios años con el apoyo de la Red Latinoamericana de Fallo Respiratorio, encargada de buscar pacientes pediátricos que ingresaban a las unidades de cuidados intensivos por presentar enfermedades respiratorias graves”, comenta el experto.
Al equipo de trabajo también se sumó la Red de Cuidado Intensivo Pediátrico (Paliti), la cual comenzó el estudio Bacon que buscaba pacientes con bronqueolítis, una enfermedad muy particular en niños pequeños.
Aunque el estudio empezó tratando de caracterizar bacterias que crecían en la tráquea de los pacientes, a las pocas semanas de su inicio apareció la COVID-19, lo que terminó dándole un giro a la investigación.
Con información de la Agencia de Noticias UN -Unimedios