28 de marzo de 2024

Un controvertido nombramiento hace Iván Duque

20 de mayo de 2020

Un nombramiento con toda clase de ribetes. La noticia causó estupor. Jorge Rodrigo Tovar Vélez, hijo del exparamilitar “Jorge 40”, comandante del Bloque Norte de las Autodefensas, es el nuevo Coordinador de Víctimas del Ministerio del Interior.

Siguiendo en ese orden, el próximo director de Bienestar Familiar será un descendiente de Garavito.

Tovar Vélez ha laborado desde hace varios meses en el gobierno Duque y lo han visto hasta entregando mercados. Trabajó en la Cámara de Representantes, fue contratista de la Organización Internacional para las Migraciones y laboró en temas turísticos.

No se necesita ser de la oposición para temerle a este nombramiento. Claro está que algunos dirán que las víctimas serán las que dejan las FARC, el ELN, las disidencias, el EPL y demás agrupaciones de izquierda.

LA HOJA DE VIDA DE JORGE 40 EN WIKIPEDIA

Esto dice el famoso portal sobre el ex paramilitar que recobrará su libertad este año de pandemia.

Mancuso y Rodrigo Tovar (padre)

“Rodrigo Tovar Pupo (Valledupar, 30 de octubre de 1950), alias Jorge 40, es un excomandante paramilitar colombiano, miembro de la Autodefensas Unidas de Colombia. Era el comandante del Bloque Norte, que operaba principalmente en los departamentos de Cesar, Magdalena, La Guajira, Atlántico y Santander y que es responsable de asesinatos, masacres y secuestros en dichos departamentos a lo largo de 12 años. ‘Jorge 40’ confesó alrededor de 600 crímenes mientras estuvo sometido al proceso de Justicia y Paz. Se desmovilizó junto con mil de sus hombres el 10 de marzo de 2006 dentro del proceso de desmovilización de paramilitares en Colombia. El 13 de mayo de 2008 fue extraditado a los Estados Unidos por el delito de narcotráfico. Saldrá de la cárcel en 2020”.

UNA HISTORIA DE TERROR

Jorge 40 –como era conocido y de cuyo apoyo hay varias versiones—comentaba que se alzó en armas por la actividad guerrillera en los años 90 en la costa Atlántica.

Comenzó vendiéndoles armas a las Autodefensas y luego fue nombrado por Mancuso como comandante del Bloque Norte, con un acompañamiento de más de 5 mil hombres, con los cuales cometió innumerables masacres.

EL INFORME DE BBC.COM

El prestigioso portal cuenta que “en febrero de 2000 fueron torturados, descuartizados y degollados más de 60 campesinos y muchos más tuvieron que huir y dejar sus pertenencias. Ocurrió en El Salado, en el departamento de Bolívar. Fue una las peores masacres paramilitares de la historia de Colombia.

Según consta en la sentencia de Justicia y Paz a Salvatore Mancuso, esa fue planificada por él, por «Jorge 40» y otro jefe paramilitar.

El 18 de abril de 2004 los hombres de «Jorge 40» ejecutaron una masacre en Bahía Portete, zona de rancherías de indígenas wayuu en la Alta Guajira, en el noreste del país. Según el libro «Guerras Recicladas», de María Teresa Ronderos, entraron «decapitando matronas, se robaron piedras sagradas, profanaron el cementerio y destrozaron en centro de salud».

«Y luego fueron casa por casa, matando a varias mujeres».

En 2005 «Jorge 40» fue condenado a 47 años de prisión por la masacre de 40 personas en Sitio Nuevo, departamento de Magdalena, en la madrugada del 22 de noviembre de 2000.

Al año siguiente fue sentenciado a 26 años por una veintena de homicidios cometidos entre 2004 y 2005 en el departamento del Atlántico.

«EN EL LUGAR EQUIVOCADO»

El portal relata que un caso que muestra cómo la violencia de las AUC casi no hallaba límites fue el ocurrido en marzo de 2000. Siete miembros del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía iban a realizar una exhumación que podía implicar a los paramilitares. Fueron capturados y asesinados.

Entre ellos estaba el odontólogo forense Jaime Elías Barros Ovalle, quien había sido amigo de la infancia de Tovar Pupo.

«Estaba en el lugar equivocado en el momento equivocado», cuentan que dijo el paramilitar. «Jorge 40» fue condenado a 25 años de prisión por este crimen.

LA DEPRESIÓN

A diferencia de otros jefes paramilitares, dice BBC Mundo, «Jorge 40» no colaboró con la Justicia de Estados Unidos, que lo condenó por narcotráfico.

Algunos creen que podría tener que ver con su carácter voluble, su tendencia a caer en depresiones: que llegó a EE.UU. con la sensación de haber sido traicionado -no esperaba que Colombia aprobara su deportación- se encerró en sí mismo, en el silencio, como en cada ocasión que el ánimo se le desplomaba.

Aunque está acusado de traficar cientos de toneladas de cocaína, él siempre negó tener un vínculo directo con el narcotráfico. En una entrevista que concedió a Revista Semana en marzo de 2006 aseguró: «Puedo decirlo con la frente en alto: ¡yo no soy narcotraficante!».