28 de marzo de 2024

Entender para comprender

5 de mayo de 2020
Por Celmira Toro Martínez
Por Celmira Toro Martínez
5 de mayo de 2020

Estamos en una situación que nos exige serenidad,inteligencia, juicio crítico y obediencia.

Serenidad  porque después de conocer los efectos de esta pandemia no sólo en nuestra salud, sino en la  vida en general, la economia, el estudio, el trabajo, las relaciones, en fin un revolcón que aún no hemos podido asimilar, sabemos que a la fuerza tenemos que cambiar de rumbo, de  dirección y decidirnos por iniciar una transformación integral que nos permita vivir diferente, con otras prioridades, con otros esquemas de vida.

Necesitamos Serenidad para afrontar las dificultades económicas que a todos se nos avecinan y poder juntos afrontarlas con la entereza que nos hará trabajar más, gastar menos, equilibrar nuestros ingresos, dejar lo superfluo, lo banal y decidirnos por lo esencial y necesario.

Vamos a requerir también de mucha Inteligencia, para actuar con acierto en tantas situaciones que  exige de nuestra parte un comportamiento diferente, que rompe con los estereotipos comportamentales arraigados en lo que somos y hacemos, en las costumbres, en todo.

Ya no es, así soy yo, sino ,así debemos ser nosotros y esto cambia por completo nuestra rutina del diario caminar.

Inteligencia para entender que la ruta que traíamos iba en decadencia, en caos, pues estábamos tan absortos en producir , en tener, en gozar y disfrutar que dejamos de lado el papel protagonista como seres humanos, como ciudadanos, como parte de una familia, de una sociedad que exigía de nosotros comportamientos más responsables, más solidaros.

Tendremos , además, que hacer uso de nuestro Juicio crítico para reflexionar, para analizar, para ver lo invisible y empezar a transformarnos como seres corresponsables del medio donde vivimos, de la naturaleza que nos circunda, de las personas que están a nuestro lado y de todo el universo.

Estábamos acabando con el equilibrio ecosistèmico, prueba de ello es que en este tiempo de confinamiento todo reverdece, hay una naturaleza nueva, aire,mares y ríos limpios de la contaminación que nosotros causábamos irresponsablemente sin entender que todo esto amenazaba nuestra salud, nuestra existencia.

Y necesitamos una buena dosis de  Obediencia para  dejarnos guiar por los caminos que nos conducen a un puerto seguro,  para poder seguir órdenes, protocolos de protección, de limpieza, aislamiento  de nuestra vida social antes tan activa y dinámica y ahora detenida por razones de salud inevitables.

Obediencia para no hacer lo que queremos hacer sino para actuar como seres a quienes se les exige disciplina, orden para así sintonizarnos todos en la misma  frecuencia  y caminar hacia un mismo objetivo.

Detrás de esta realidad hay verdades ocultas que se han destapado y todas apuntan a que fuimos educados para hacer nuestra voluntad, ajenos a los demás, al planeta, a la vida misma y que perdimos la ruta de nuestro camino, no estábamos obrando bien y nos hacía falta una cuarentena de reflexión y aislamiento .

Descubrimos que somos una especie vulnerable, quizá más que los otros seres del universo; tenemos que admitir  que ellos no nos necesitan porque tienen su propio hábitat que cuidan con esmero, no hay  especies depredadores solo cuidadores del ecosistema  y por acción natural la limpian, dejan lo bueno y terminan con lo malo, caso contrario a lo que nosotros hacemos.

Ellos, no contaminan, no arrojan basuras, no enrarecen el ambiente, no talan bosques, no ejercen minería ilegal ni defienden el fracking , no se roban los recursos que son de todos ni hacen asonadas para sacar provecho para su manada; no conocen de corrupción ni se amangualan  con los más poderosos para ejercerla sin control ni castigo, no sobornan a nadie, no hacen chuzadas ni aplican su inteligencia para hacer mal; son justos, equilibrados, previsibles,honorables, honrados, trabajadores, unidos : saben convivir como familia y entre todos se defienden y apoyan.

Nos ganaron las otras especies ,que vergüenza y ahora tenemos que reconocer que los que estamos en vía de extinción somos nosotros , por eso nos urge cambiar de forma de vida y entender que seremos habitantes de este planeta hasta cuando nos decidamos a ser esa especie capaz  de transformarse y de dejar así  una huella de dignidad y de grandeza en el mundo.