Carteles para todos los gustos
El cartel de esto, el cartel de aquello, que, de las drogas, que de la trata de blancas y hasta de la toga, ¿qué cosa no? Este término que tanto se ha popularizado parece que fuera ya parte de la terminología común, y la prensa lo menciona con total desparpajo para referirse a aquellos grupos que se están asentando cada día mas en la sociedad, mostrando con grandes fortalezas su poder e influencia.
Y que noticia esta, la que a diario se menciona, pues parece que hablar de lo bueno no es tan común, sino más bien el referirse a todo aquello sensacionalista de lo que le hace daño a nuestra sociedad pero sin mayor aporte efectivo para la resolución de los problemas, aunque de todas formas , el alboroto que esas novedades trae , ayuda mucho a que los poderes judiciales para evitar que las criticas sean mayores por parte de la opinión en general, y se pongan las pilas para buscar “ enguandocar “ a delincuentes de toda índole.
Me encantaría que nacieran espontáneamente los carteles de la paciencia, la tolerancia, la honestidad, la sinceridad y el amor, para que se pudiese forjar una sociedad distinta a la actual, tan avasallada por el crimen y la delincuencia, pero, la que es factible de cambiar, si todos ponemos de nuestra parte. Esto sería lo deseable y ojalá algún día las buenas tradiciones y valores superen por amplio margen a lo incorrecto, que bien fregados y abatidos nos tiene.