28 de marzo de 2024

Descachadas idiomáticas

23 de octubre de 2019
Por Jairo Cala Otero
Por Jairo Cala Otero
23 de octubre de 2019

«Asesinan soldado en la Vía Panamericana»: Titular del periódico El Nuevo Liberal, de Popayán, en su página de Internet. Como este error, en el que se omite la preposición ‘a’, necesaria para formar el complemento directo de la oración, suelen darse diariamente otros de idéntica factura en la prensa latinoamericana. Algunos alegan que no escriben la ‘a’ para ganar espacio; excusa inaceptable puesto que la tecnología de hoy permite hacer cuanta maravilla se nos ocurra en una computadora. Luego los titulares también pueden ajustarse en tamaño y extensión. Corrección: «Asesinan a soldado en la Vía Panamericana». Este esquema responde a una simple pregunta: ¿A quién asesinaron? A un soldado. La pregunta contiene esa preposición, por eso no hay que negarla en la oración de respuesta.*

«El oficial, en colaboración con otros ciudadanos lograron persuadir al sujeto». Del periódico Vanguardia, de Bucaramanga. En este fragmento de noticia sobre un muchacho que quería suicidarse en el viaducto ‘Benjamín García Cadena’, hay una discordancia de número. Como oficial es palabra en singular, el verbo (lograr) también debieron escribirlo en singular; pero, además, se omitió la coma después de ciudadanos, puesto que allí hay un inciso (en colaboración con otros ciudadanos). Arreglemos, entonces, el disparate: «El oficial, en colaboración con otros ciudadanos, logró persuadir al sujeto».*

«Una nueva denuncia contra la elección del actual director de la Corporación para la Defensa de la Meseta de Bucaramanga, Cdmb,  (…), fue elevada ante la Procuraduría General de la Nación». También esta nota fue generada por el diario Vanguardia. En tal periódico ─como ocurre en muchos otros en Colombia─ a sus redactores se les metió en sus testas la caprichosa «norma» de no escribir los acrónimos en mayúsculas, como corresponde a Corporación para la Defensa de la Meseta de Bucaramanga ─CDMB─. (¿No notarán que escribieron el nombre de esa institución en iniciales mayúsculas?). Ignoran, quizás, que ese tipo de grafías llevan mayúsculas sostenidas si no pasan de cuatro letras (como en este caso exacto). Pero ellos, los contumaces y noveles redactores, insisten en que hay una norma que les dice (solo a ellos, claro) que si la sigla pasa de tres letras habrá que escribirla en minúsculas. ¡Falso, esa es una «norma» acomodaticia!*

«El presidente (…) sorprendió con su afirmación de que su hermano (…) tenía credibilidad en el interior de las Farc». Al columnista que firma como Juan Paz, en La Patria (Manizales), se le pegó también la manía de escribir el erróneo giro «al interior de…», que se escucha y se lee diariamente en los medios periodísticos colombianos. Aquí fue peor, porque el opinador escribió «en el interior de las Farc». Dos errores en una sola oración: 1. La sigla FARC debe escribirse en mayúsculas porque no sobrepasa cuatro letras. No importa la naturaleza del grupo, la normativa idiomática no se detiene en esos asuntos, para eso hay jueces y Fiscalía; solo repara en la corrección de la escritura. 2. «En el interior de…» indica que hay un lugar cerrado en el que sucede un hecho determinado. No es el caso de una organización, por más clandestina que ella sea. «Al interior de…» solamente se usa cuando se quiere decir que hay un movimiento de algo o alguien hacia un recinto, hacia un lugar cerrado: «Petronila se dirige ahora al interior de su habitación». Para los demás casos, debe decirse: en, o dentro. «Conchita está en su casa» (No ‘al interior de su casa’); «A Sabulón le sale todo de dentro».*

«Se hacen trabajos, tareas en el área de ingles a domicilio». Letrero en una residencia de Bucaramanga. Lo curioso es que por no ponerle tilde a la palabra inglés, el aviso anuncia tareas a domicilio en la zona genital (ingles). No dice si para damas o para caballeros, pero ingles son ingles. ¿Serán clases con copulación incluida?*

«Avión no pudo aterrizar en Bucaramanga porque el aeropuerto estaba cerrado». En esta expresión, del diario Vanguardia, hay una imprecisión geográfica. Bucaramanga no tiene aeropuerto, el aeródromo Palonegro está ubicado en jurisdicción del municipio de Lebrija. El error lo cometen también los pilotos de las compañías de transporte aéreo cuando, al aterrizar en el cerro de Palonegro, dicen por el altavoz: «Señores pasajeros, bienvenidos al aeropuerto Palonegro de Bucaramanga…». Error de ubicación. Es el mismo caso del aeropuerto José María Córdova, ubicado en el municipio de Rionegro (Antioquia). Allí aterrizan los aviones que llevan gente con destino a Medellín, pero después de descender del aparato tienen que abordar un vehículo que los conduzca a la capital antioqueña; como se hace desde Palonegro (Lebrija) para llegar a Bucaramanga.*

«El cabildante pidió la nulidad de dicho decreto, señalando que el jefe de la cartera de Protección Social no podía emitir el mismo». De una noticia publicada por El Espectador, sobre una demanda instaurada contra el decreto que autorizó el uso de la marihuana con fines medicinales. El adjetivo mismo significa igual o idéntico. No obstante tal claridad idiomática, miles de personas creen que es un adjetivo demostrativo; por eso lo usan a diario, sin cesar. Con ese giro (el mismo) están diciendo el idéntico, o el igual. ¿El ministro no podía emitir el igual? ¿Qué igual? Corrección: «El cabildante pidió la nulidad de dicho decreto, señalando que el jefe de la cartera de Protección Social no podía emitirlo».