Morder o jugar.
Por Esteban Jaramillo Osorio.
Si el fútbol fuera de empates, el Once sería uno de los líderes y se postularía para campeón. Lleva tres, dos derrotas y una victoria, en seis fechas. Le cuesta ganar: solo un triunfo y de visitante. Esta a cuatro puntos del octavo y a cuatro, en hipotética clasificación, a copas. Su consuelo, los cuartos de la copa águila, torneo en el que sobrevive, dejando buenas sensaciones.
Del atasco en liga no sale porque su futbol solo fluye a ráfagas, y las arremetidas de ataque no tienen resolución. No sabe llegar a gol.
Justo es reconocer que contra Tolima hubo buena vibra. Prefirió correr a jugar, meter y morder, en circuitos febriles, en los que el eje con pausas y pases profundos, siempre fue Reina, con el apoyo de Rodríguez, Mosquera ( cuanto ha mejorado), Peralta y la sobriedad de Ortiz, afirmado en su posición. Guzmán no tuvo su mejor versión. Los últimos partidos, tres en línea, sin victoria, pese a todo, han reconfortado y han suavizado las criticas. Es Serge un buen aporte, dotado como pocos en la nomina para jugar de volante de marca, aplicado a la función. Se estabiliza la lista de titulares, aunque perduran los futbolistas protegidos a pesar de la irregularidad en su rendimiento.
Ojo con Adrián Estacio. El Juvenil esta para jugar.