La «doble» de la Niña Ceci también fue novia de López
MACROLINGOTES
Las vidas del presidente Alfonso López Michelsen y de su esposa Cecilia Caballero fueron paralelas desde el comienzo. Ambos nacieron en el mismo año (1913) y prácticamente comenzaron a crecer con un augurio de que iban a ser pareja. “Cecilia estaba destinada a casarse conmigo, y cuando yo me levantaba alguna novia me hacían una feroz oposición en mi casa. Me acuerdo de una niña cubana con quien yo salía cuando tenía 16 o 17 años y vivíamos en París. Me la montaron, como dicen ahora los jóvenes: que la negrita, esa, que la cubana esa, que no me traiga a la casa a esa muchacha tan ordinaria”, relató el presidente a Enrique Santos Calderón. Por eso un día resolvió proponerle matrimonio a la Niña Ceci y ahí comenzaron su vida en común.
Ella fue su eterna compañera en más de sesenta años: en México, en las correrías del MRL, en la gobernación del Cesar, en la Presidencia y en un sin número de campañas políticas por todo el país. Ya, pocos meses antes de fallecer, el presidente me confesó: “Yo no me puedo morir primero que Cecilia porque ¿quién cuidará de ella?”. Sin embargo él se fue primero y ella le sobrevivió doce años, hasta llegar a los 106.
Muchas fueron las historias que vivió esa pareja inolvidable y querida. En sus años juveniles el presidente López también tuvo una amistad o noviazgo con una chilena, Olaya Errázuriz Echenique, quien luego se casaría con el político Rodomiro Tomic, candidato presidencial en su país, fallida aspiración frente a Salvador Allende.
Pues la señora Olaya y la Niña Ceci tenían un parecido físico tan grande que en una ocasión en Caracas, cuando la posesión de Herrera Campins, la señora López fue en el hotel a pedir la llaves de su habitación y le entregaron la de los Tomic, creyendo que se trataba de Olaya.
Se parecían si, pero no eran iguales porque Colombia conoció la bondad, la dulzura y el don de gente de la Niña Ceci quien llegó a ser primera dama, siendo Caballero.