29 de marzo de 2024

Importación de sabios españoles a Colombia

2 de agosto de 2019
Por Víctor Zuluaga Gómez
Por Víctor Zuluaga Gómez
2 de agosto de 2019

Un duro pronunciamiento realizó el doctor Carlos Eduardo Vasco, quien perteneció a la “Comisión de sabios” que hace muchos años produjo un documento derrotero para que el Estado tuviera elementos bien cimentados para la elaboración de su plan de desarrollo. La carta, publicada en el periódico El diario de Boyacá, dice en un aparte:

“Es verdad que no se le puede pedir mucha profundidad de memoria histórica a tan joven Presidente, pero no puedo pasar por alto recordar ahora que hace precisamente doscientos años, en la reconquista española de 1815 a 1819, Morillo y Sámano estaban fusilando a nuestros pocos sabios sobrevivientes de la Expedición Botánica. Por ello me impresionó mucho, tal vez indebida pero inevitablemente, que en este bicentenario de la independencia de la República se nombrara a una persona de nacionalidad española para coordinar a los nuevos sabios de Colombia. No es culpa de ella, por supuesto”.

El doctor Vasco se refiere al hecho de que en el nuevo grupo de “Sabios”, fue excluido él y el doctor Marco Palacio se negó a integrar el nuevo grupo.

Analiza luego el doctor Vasco el hecho de que en el nuevo Plan de Desarrollo, el tema de la educación es absolutamente marginal. Todo ello hace parte de un proceso mediante el cual, la voz del anciano, del sabio, se ha ido silenciando poco a poco. Lo vemos en el caso del “Senado”, en donde encontramos bachilleres dirigiéndolo, cuando en la antigüedad “senatus” era equivalente a “viejo”, “sabio”, “guía”, “orientador”, en el caso de Roma. En Grecia el término era “Presbites”, que ha pasado al castellano como “Presbítero”, con el mismo significado de guía, orientador.

En el caso de los pueblos indígenas, aún los “Mamos”, en la Sierra Nevada, siguen siendo los orientadores de la comunidad, los vigilantes del Planeta, cosa que no ocurre en la actualidad con los grupos Embera procedentes del Chocó, quienes tienen sus resguardos y poco a poco han ido perdiendo poder, autoridad, los ancianos, los sabios, los “jaibanás”, médicos tradicionales, para abrirles paso a jóvenes que han cursado bachillerato o han llegado a la Universidad y por lo mismo, conocen de leyes y pueden interlocutar con el gobierno de turno.

Muy importante que al Senado de la República puedan llegar ciudadanos de cualquier estrato, pero eso sí, deberían tener unos mínimos requisitos en materia de escolaridad.