28 de marzo de 2024

Yo CREO en la política

Abogada, especialista en Derecho de los Negocios. He sido docente en derecho comercial y laboral corporativo. Directora de Anthares, empresa de consultoría jurídica para Nuevas Economías (colaborativa, digital y creativa). Apasionada por el arte y el emprendimiento.
26 de julio de 2019
Por Luisa Fernanda Ospina
Por Luisa Fernanda Ospina
Abogada, especialista en Derecho de los Negocios. He sido docente en derecho comercial y laboral corporativo. Directora de Anthares, empresa de consultoría jurídica para Nuevas Economías (colaborativa, digital y creativa). Apasionada por el arte y el emprendimiento.
26 de julio de 2019

Hagamos un elogio a la política. La política no es mala, dejémonos ya de cuentos que por ese estigma es que estamos como estamos. Los del problema somos nosotros, sí nosotros, los humanos que nos quedamos en el mismo capítulo por temor a despertar. La historia será diferente cuando la humanidad se haga consciente que estamos de paso por la tierra, que servir es la mayor fuente de felicidad, que dejar de criticar y actuar es construir, que los del poder somos nosotros y que lo hemos ejercido tan mal como lo han hecho muchos de los que aún siguen administrando los recursos públicos.

Todos somos seres políticos, la política es de todos, sin embargo, percibo que estamos un poco perdidos, un poco despistados, un poco desinformados, pero, como me enseñó mi abuela, “nunca es tarde si aún respiramos”. Y ahora yo, soñadora, creyente, les escribo para invitarlos a reflexionar… Podemos hacer nuestra vida como la soñamos, reescribamos el significado de la política, hagámosla propia porque está en todos nosotros y fue diseñada para que el mundo sea más HUMANO, comprendamos que es un medio para trabajar por el interés colectivo, por todos y no por unos pocos.

Como dijo alguna vez David Escobar Arango: “¿Qué dices si promovemos, por otro lado, una nueva actitud, ante la desconfianza y el miedo? Si es así, elegiremos las personas adecuadas, las personas que piensen más en los demás que en ellos mismos, quienes tengan vocación de servicio, quienes quieran la prosperidad en sus municipios, en sus ciudades, en su país.

Si dejamos a un lado los individualismos, si pensamos en las necesidades de todos, si nos desprendemos de vanidades y entendemos que el rol de quienes están en la política es SERVIR para construir una mejor sociedad, dejaremos atrás a los políticos que aprovechan su condición para beneficiarse y beneficiar a sus amigos, y a esa clase política que tanto daño nos ha hecho.

Anímense a trasformar lo que tanto les molesta, lo que tanto les repudia, anímense a pensar en el otro, a pensar en las nuevas generaciones, a pensar en nuestros hijos, en los hijos de nuestros hermanos y les juro, haciéndome responsable de mis palabras, que tendremos un mundo mejor.