28 de marzo de 2024

Otro tiempo

Comunicador Social-Periodista. Especialista en Producción Audiovisual. Profesor universitario, investigador social y columnista de opinión en diferentes medios de comunicación.
14 de junio de 2019
Por Carlos Alberto Ospina M.
Por Carlos Alberto Ospina M.
Comunicador Social-Periodista. Especialista en Producción Audiovisual. Profesor universitario, investigador social y columnista de opinión en diferentes medios de comunicación.
14 de junio de 2019

Enfocados en el actual círculo vicioso de faltar a la verdad, los intereses mezquinos y la negación de la duda filosófica pasan los días sin darle importancia al grave problema del maltrato a las personas mayores. En unos casos, los ancianos sufren diferentes vejámenes, abusos, humillaciones e indiferencia.

A la letal soledad y llevar a cuestas el costal de enfermedades se agrega la displicencia en el trato por parte de distintos cuidadores, trabajadores del sistema de salud y encargados del manejo de los asilos. En esta sociedad de principios invertidos, más fácil, los familiares le mueven la cola a la mascota y le babosean la trompa que, al unísono, celebrar la existencia del abuelo. ¡Éste sí! Un miembro de la familia.

En un centro comercial enclavado en las montañas al oriente de Medellín, la indolencia tomó aspecto despótico y arrogante a causa del comportamiento de una joven universitaria.

“Buenas tardes, por favor me da permiso para sentar a mi abuela en la silla”, suplicó el joven profesional que, al pie de la letra, arrastraba a su nana por el extenso corredor, quien padece la enfermedad denominada ELA, esclerosis lateral amiotrófica. Este padecimiento neurodegenerativo afecta las neuronas motoras del cerebro, la médula espinal y las señales que los nervios envían a los músculos. “El cerebro pierde la capacidad de iniciar y controlar el movimiento de los músculos. Debido al efecto progresivo sobre la acción de los músculos voluntarios, los pacientes en las etapas finales de la enfermedad pueden quedar totalmente paralizados”. (Asociación ALS. © 2019. Lou Gehrig® utilizado con permiso de la Fundación Rip Van Winkle / www.LouGehrig.com).

Con innegable aire de abulia, la lozana mujer, expuso el cuero de su corazón. “¡Qué pena!, yo llegué primero y no voy a bajar a mi perro de la silla”. ¿Es preciso agregar algún comentario? ¡Sí! La “humanización” de los animales disminuye la actividad racional e intelectual de algunos individuos sin límite ni compasión ante los males de alguien. De seguro ¡allá le dirán misas!

Del ámbito de los riesgos frecuentes pasamos a la puesta en marcha de una política social coherente, oportuna y eficaz. A las autoridades del orden local, regional y nacional les corresponde afinar los instrumentos de rastreo, inspección y auditoría de los incidentes acerca de las arbitrariedades o actos de desidia en la atención prioritaria de los adultos. El Sistema de Seguridad Integral en Salud debe tener la capacidad de analizar los datos relacionados con el diagnóstico, el cuidado y el registro de condiciones de posible abandono, abuso físico o sexual, contusiones, lesiones o dejadez. La trazabilidad de esas reseñas facilita el seguimiento específico, la acción concreta de las autoridades, el control oportuno de los albergues, la implementación de medidas cautelares, la sensibilización familiar, la inclusión social, el apoyo emocional y en especial, la defensa de la vida de los antecesores.

Al respecto no se salvan ciertas pólizas de salud que brindan servicios de hospitalización en casa. Una usuaria de 83 años de edad con neumonía, asma y EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica), a pesar de los privilegios que ofrece el régimen de aseguramiento, durante los diez (10) días de tratamiento padeció el desalojo del catéter y hematoma por a un mal procedimiento; suspensión de los inhaladores debido el daño y la demora en la reposición del nebulizador; omisiones en el informe de los medicamentos aplicados e inexactitudes en la bitácora de visitas médicas; hasta el punto que, la enfermera, intentó reiniciar la aplicación del antibiótico y seguir con el esquema de nebulizaciones, una vez dada de alta la paciente. En fin, muchos olvidos que atentaron contra la integridad y la vida de aquella matrona.

Otro de los graves descuidos con las personas de la tercera edad consiste en los rígidos protocolos de los centros de llamadas o Call Centers. La información es proporcionada a semejanza de retahíla sin enfoque particular ni entendimiento de la naturaleza del cliente. En el área de la salud la mayoría de estos sistemas de recepción, aún, son operados por prójimos. ¿Quién escuchará a los veteranos, cuando todo esté robotizado? Respuesta desalmada: los algoritmos. Al menos estas operaciones sistemáticas y la computación cuántica detectan el problema y hallan la solución.

Enfoque crítico – pie de página. En el campo de la ciencia existen principios lógicos dirigidos a satisfacer necesidades, a cerrar las brechas críticas y a invertir en las áreas desatendidas. La apatía humana ha sido el cuello de botella en los sucesos de maltrato al adulto de edad avanzada.