MACROLINGOTES

Que se recuerde nunca había habido, entre nosotros, y antes de un año de haberse iniciado un gobierno, una derrota tan contundente como la que sufrió la actual administración de Duque, en la Cámara de Representantes, con las objeciones a la ley de la JEP: 110 contra 44. Ni siquiera al comienzo de la administración Pastrana Borrero, cuando en el Congreso las fuerzas de la Anapo (del general Rojas Pinilla) eran numerosas y beligerantes porque consideraban que le habían robado las elecciones, el partido de gobierno recibió un golpe tan fuerte por parte de una de las Cámaras.

En la historia política nacional uno de los hechos que más dieron de qué hablar en cuanto a un enfrentamiento del ejecutivo y el legislativo fue en el gobierno de Carlos Lleras Restrepo, cuando se tramitaba la reforma constitucional de 1968. En junio de ese año el Senado negó algunas disposiciones del proyecto, lo cual produjo el natural disgusto del jefe del Estado quien entonces consideraba que con esa actitud frustraban uno de los principales aspectos de su programa de gobierno. El, que había sido elegido como el candidato de la transformación nacional, se recalentó. Y el problema de los calentadores pequeños, es que se recalientan muy fácilmente.

Fue así como presentó renuncia de su cargo ante el Senado. Las distintas fuerzas políticas comenzaron a tomar posiciones y el liberalismo, que acababa de unirse con el MRL de López Michelsen, cerró filas para respaldar al presidente Lleras Restrepo. En una sesión convocada para las 12:05 de la madrugada del 12 de junio, el Senado, en una votación de 74 a 31, optó por no aceptarle la renuncia al jefe del Estado. Los votos en  contra fueron de la Anapo y del alvarismo conservador.

Pero este enfrentamiento del ejecutivo y el legislativo fue dos años después de iniciado el gobierno. El que acaba de presentarse es a menos de nueve meses de iniciado. Por eso la situación es tan embarazosa.