28 de marzo de 2024

2019 año de agitación política

Abogado, analista y columnista de opinión en El Espectador, Revista Semana y Eje 21.
17 de enero de 2019
Por Uriel Ortíz Soto
Por Uriel Ortíz Soto
Abogado, analista y columnista de opinión en El Espectador, Revista Semana y Eje 21.
17 de enero de 2019

Comunidad y Desarrollo

No es nada serio y sano para una democracia, que varios de los actualmente: congresistas, diputados, concejales y ediles, pretendan renunciar a sus curules, para lanzarse a gobernaciones, alcaldías u otros cargos por elección popular, dejando a sus electores colgados de la brocha y sin desarrollar en lo más mínimo, los planes y programas de desarrollo con los cuales se hicieron elegir.

¿Cuándo será que nuestra martirizada democracia entre a gozar de un: C.N.E, Concejo Nacional Electoral, serio y eficiente, que responda a las más urgentes y exigentes necesidades de reglamentar unos partidos y movimientos políticos serios y coherentes con las necesidades de nuestros electores y promueva la reforma política, que desde hace varias décadas estamos reclamando la mayoría de los colombianos, pero, que cada vez que se presenta al Congreso de la República, sale tan mutilada y a la medida de los politiqueros, gamonales y corruptos de siempre.

Pareciera que en nuestro País no le hemos dado la importancia que merece tan vital organismo, fundamental para nuestra democracia, puesto que, siendo la máxima autoridad electoral, debería asumir con responsabilidad las funciones que le corresponde, supervigilando la conformación y posterior organización de los partidos y movimientos políticos, para así evitar que los avales que se expidan a los aspirantes a cargos por elección popular, no se conviertan en toda una feria de logreros y de burla para los electores.

Empezamos el año 2019 con agitación política, pero, lo mas grave sin ninguna defensa para que el elector concurra a las urnas a ejercer el sagrado derecho de la democracia en forma libre y espontanea, puesto que la reforma política nuevamente quedó al garete, es decir, continuará vistiendo el mismo traje de campaña de los politiqueros de siempre.

En pocos días veremos por las plazas públicas a los gamonales políticos aceitando sus maquinarias, para colocar nuevamente sus áulicos e incondicionales a las: gobernaciones, alcaldías, concejos y ediles, que indudablemente les servirán de escenario, para hacerse reelegir al congreso de la república en el próximo cuatrienio.

Lamentablemente la reforma política que pensábamos estrenar en las elecciones de mitaca y regionales del presente año, no va a ocurrir, puesto que los “honorables padres de la patria” siempre se las ingenian para legislar, adaptándola a sus mejores conveniencias.

Como consecuencia de los anterior, se expedirán avales sin el lleno de los requisitos, y se seguirán cometiendo los mismos vicios politiqueros de siempre, eligiendo personas con cuentas pendientes con la justicia, puesto que no existe ningún control para hacerlo de manera clara y eficiente.

Veremos por ejemplo aspirar a cargos de elección popular a buen número de corruptos y demás personajes de la vida nacional, que han sido seriamente cuestionados por malos manejos en el ejercicio de sus cargos, aún con procesos pendientes y penas por cumplir.

Pensar que ellos mismos van a cercenar sus propios derechos, es pecar más que de ingenuos, puesto que la razón y la lógica nos enseña, que mientras no existan partidos políticos bien estructurados, se hace imposible generar unas elecciones con garantías electorales serias y transparentes.

Son varias las reformas políticas frustradas, todas ellas con el anhelo de moralizar dicha actividad política, que a decir verdad se encuentra al garete, puesto que los partidos y movimientos políticos actuales, no revisten ninguna seriedad, no son garantía para los electores.

El 2019 será un año de agitación política, puesto que para 27 del mes de octubre, se elegirán: nuevos: gobernadores, alcaldes, concejales y ediles; lamentablemente sin la reforma política tan anhelada por todos los colombianos, que se aprobó sin los resultados esperados:

El voto preferente continuará a la orden del día, con las graves consecuencias de generar microempresas electorales, puesto que el congreso de la república siempre ha sido inferior a los designios y querer de la voluntad de los colombianos/ electores.

La limitación de los períodos legislativos, tampoco pudo pasar en los últimos debates, por lo tanto, continuaremos viendo legisladores de todos los partidos haciéndose reelegir indefinidamente, puesto que para cada período es una experiencia más para perpetuarse en el poder.

La rebaja de los salarios de los congresistas, amanecerá y veremos, no hay nada claro hasta el presente.

Continuamos clamando por una Asamblea Nacional Constituyente, con el fin de reformar los tres poderes públicos, que regulen nuestro Estado de Derecho, y que hasta el presente no pasan de ser toda una vergüenza.

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