29 de marzo de 2024

Otro «golpe» a la Constitución por las  políticas de cambios

15 de octubre de 2018
Por Jorge Enrique Giraldo Acevedo
Por Jorge Enrique Giraldo Acevedo
15 de octubre de 2018
En forma desafortunada en el Congreso de Colombia actualmente se está proyectando otro golpe a la Constitución Política; esto ocurre por  el afán reformista a la «Carta Magna» del país  por parte de algunos miembros del  Congreso donde avanza una propuesta conducente a unificar el tiempo de ejercicio en los cargos de los alcaldes y gobernadores del país con el del presidente.
Esta iniciativa es, desde cualquier punto de vista que se le mire, impopular y además demuestra,  una vez más,  el deseo de muchos políticos con asiento en el Congreso,  de modificar y darle otro certero golpe reformista y sin sentido a la Constitución Política de Colombia.

El principal rechazo a esta propuesta por parte de la comunidad y algunos sectores políticos está en lo señalado en un artículo transitorio  que dice  que los actuales alcaldes y gobernadores estarían en su cargos hasta el 19 de julio del 2022 y no hasta el primero de enero del 2020, como está previsto; es decir, que en el 2019 no habría elecciones para elegir nuevos alcaldes y gobernadores.
.
Lo anterior, según aspectos legales, sería inconstitucional por cuento nadie puede cambiar las normas hacia el pasado.

El proyecto implica una  reforma constitucional porque se pretende modificar  aspectos señalados en actual «Carta Magna»; por lo tanto será un desgaste de los miembros del congreso que bien podrían dedicar sus labores a otros temas de más interés para la comunidad.

Para decirlo concretamente en la practica esta propuesta y otras más  representan las políticas  de algunos congresistas de cambiar o golpear los aspectos fundamentales contemplados en la vigente Constitución.

Ni en la presente época ni en el pasado han existido razones lógicas para estar cambiando la «Carta Magna» y, como lo hemos dicho antes,  como van las situaciones el documento esencial de una nación como Colombia está a punto de convertirse en una  «colcha de retazos».  

De todas maneras y afortunadamente, a  pesar de tantos cambios que ha tenido,  la actual Constitución Política de Colombia aún está vigente y somos muchos los ciudadanos del mundo corriente que anhelamos que los afanes reformistas no  modifiquen,  entre otros,  los derechos fundamentales del derecho de petición y la tutela.