18 de abril de 2024

La codicia criminal de Peñalosa es una máquina que no se detiene

17 de octubre de 2018
Por Elkin Mesa
Por Elkin Mesa
17 de octubre de 2018

Nació cuando quiso ser alcalde hace unos 20 años, empezó a consolidarse cuando unos bogotanos desinformados lo eligieron, el arrancó entonces con la realización de varios sueños, el primero, su transmilenio, poniendo en las calles de Bogotá un montón de buses rojos, unos tiburones que se apropiaron de grandes longitudes de vías, como privilegiados con el permiso de estrechar las correspondientes a los demás, eso sucedía mientras el largo se reía y celebraba con sus amigotes el hecho de que siendo un urbanista malformado hubiera conseguido llegar a la meta de los buses. Vinieron trampas y jugadas que produjeron huecos en los dineros de la ciudad, en tanto se diseñaba el segundo sueño con la alcahuetería de la Car que declaró a Van der Hammen zona forestal, siendo exactamente zona y riqueza acuífera, de aguas puras que vienen de los cerros orientales, lo que no le importa al falso urbanista buscador del momento oportuno para con un grupo de urbanizadores apoderarse del territorio de unos catorce mil millones de metros cuadrados, con el alegato respaldado por ciertos medios de que como forestales están deteriorados y deben ser re alinderados, re caterigozados y sustraídos de la extensión pretendida, lo cual puede ser posible pues Santos dejó el terreno abonado por un ministro distraído o sobornado del medio ambiente, y ahora con la autorización de la puta coja justicia colombiana timoneada por una malformada magistrada de nombre Nelly para que después de un plan nacido hace dos décadas se pueda con la anuencia de la Car —casa de ratones– construir calles, avenidas y urbanizaciones en un territorio que alberga aguas necesarias para mantener con vida millones de plantas y árboles con flores en la única urbe del planeta donde es viable tener un jardín masivo y en florescencia todo el año y gracias a este disponer de aires limpios para que las gentes consigan respirar mejor, lo cual no le importa ni un pito al vulgar maestre cuyo cuento de que es urbanista le dió el ttiunfo como alcalde hace 19 años y lo reeligió hace tres años con los votos de 780 mil electores desinformado que hoy deben llorar viendo a Bogotá como la más gris entre todas las ciudades, y todo porque a la codicia criminal de Peñalosa no le interesan sino los buses y las urbanizaciones posibles para que por ellas transiten como unidades peligrosas cada una, en las cuales los delincuentes hacen de las suyas….