29 de marzo de 2024

Colombia en la OCDE. Pobre entre ricos

4 de junio de 2018
Por Albeiro Valencia Llano
Por Albeiro Valencia Llano
4 de junio de 2018

albeiro valencia

Nuestro país por fin fue admitido en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), más conocida como “El club de los países ricos”. Durante ocho años el presidente Santos hizo un intenso trabajo de cabildeo. Desde mayo de 2013 empezaron las reformas y tareas para cumplir con las exigencias de 23 comités, entre ellos, los de agricultura, comercio, estadística, seguros, pensiones privadas, educación, salud, gobernanza pública, inversión, mercados financieros, política ambiental y política científica y tecnológica. Colombia recibió la aprobación y fue admitida en este selecto grupo conformado por 37 países del mundo capitalista, que son los siguientes: Canadá, Estados Unidos, Reino Unido, Dinamarca, Islandia, Noruega, Turquía, España, Portugal, Francia, Irlanda, Bélgica, Alemania, Grecia, Suecia, Suiza, Austria, Países Bajos, Luxemburgo, Italia, Japón, Finlandia, Australia, Nueva Zelanda, México, República Checa, Hungría, Polonia, Corea del Sur, Eslovaquia, Chile, Eslovenia, Israel, Estonia, Letonia,  Lituania,  y Colombia.

En este exclusivo grupo Colombia es el país más pobre en términos de ingreso por habitante, después de Chile, Turquía y México. Mientras en Luxemburgo es de 120.061 dólares, en nuestro país apenas llega a 6.581 Dólares.

¿Por qué llegó Colombia a este selecto grupo?

El pasado 30 de mayo el presidente Santos formalizó su ingreso a la OCDE, en la sesión inaugural de la reunión ministerial anual, en su sede de París, junto al secretario general, el mexicano Ángel Gurría, y con el presidente de Francia, Emmanuel Macron, como testigo excepcional. Gurría en su discurso afirmó que Colombia, en su proceso de adhesión hizo progresos impresionantes, como reducir la informalidad en el mercado laboral, la reforma de la gobernanza de las empresas públicas, la gestión del agua y la de los productos químicos. Y Santos recordó que 23 comités de expertos revisaron nuestras políticas púbicas en temas como educación, salud, empleo, competencia, política económica, medio ambiente, comercio y política fiscal; se examinaron asuntos laborales, el sistema judicial, la gobernanza corporativa de las empresas públicas y la lucha contra el cohecho.

El estudio económico de Colombia, en 2017, reveló que la economía nacional es resistente a la caída de los precios de las materias primas, pero subrayó la necesidad de un crecimiento más exclusivo que fomente la productividad y la “obligación de enfrentar retos como la ejecución de la reforma fiscal de 2016, aumentar el recaudo, ajustarse más a la caída de los precios del petróleo y adoptar mecanismos redistributivos para disminuir la desigualdad”.

Para llegar a la OCDE el país tuvo que bajar la informalidad y crear más puestos de trabajo de calidad; reducir el uso de figuras como la tercerización, a través de cooperativas para contratar. Sobre propiedad intelectual, el Congreso aprobó una reforma de la ley de derechos de autor. Y el Ministerio de Salud dictó medidas para fijar los costos de los medicamentos con base en nuevos criterios, como la efectividad.

Hay otras exigencias: la necesidad de superar los bajos logros educativos de los adultos y las bajas competencias de los estudiantes a los 15 años. Se pide al país más compromiso para desarrollar e implementar el gobierno digital y asegurar su adopción en todas las áreas y niveles de la administración.

El gobierno debe reforzar la cooperación de inteligencia con los países vecinos y con organizaciones internacionales para combatir el contrabando y el lavado de activos, de grupos criminales. Además, le proponen mejorar en factores como las prolongadas jornadas laborales de los trabajadores, la baja participación electoral y la tasa de homicidios, que es la más alta registrada de todos los países de la OCDE. Pero hay otros retos pendientes como una reforma pensional profunda, la reforma a  la justicia y poner atención a la exagerada  concentración del sistema financiero.

Somos un Estado débil y enclenque

La llegada a la OCDE es vista como un logro de política exterior del gobierno de Santos, es un espaldarazo a su gestión económica y política. Pero ¿Qué ganamos? ¿Perdemos soberanía? Para Bruce Mac Master, presidente de la ANDI, “Es el resultado del esfuerzo que ha hecho el país para ajustar las mejores prácticas. Y es clave para que los inversionistas nos vean con ojos distintos y tengan el apetito que el país merece”. Para Salomón Kalmanovitz “Las directrices emanadas de la OCDE no son de obligatorio cumplimiento, a pesar de las reservas de los profetas del desastre que advierten que está en juego nuestra soberanía. Ellos temen que se imponga el pensamiento económico dominante sobre las finanzas sanas, a favor de las finanzas enfermizas, me imagino”. Y Mario Valencia, director de Cedetrabajo, dice sobre el tema que “Me toca ser aguafiestas, pero no considero que sea una buena noticia. No se hizo porque cumpliéramos buenas prácticas, sino por el lobby político. Ningún país de la OCDE ha hecho lo que proponen para desarrollarse, y ahora se lo imponen a Colombia. No somos de su clase; no nos parecemos a ellos”.

Por último, Colombia tendrá que seguir al pie de la letra las recomendaciones de la OCDE que, “En muchos casos en materia política comercial y flujo de capitales no generan los mismos beneficios para países de periferia que para países de centro”. Para ingresar al club de los elegidos hubo lobby y chantaje; por ejemplo, Colombia tuvo que frenar la regulación del precio de los fármacos ¡Es difícil ser pobre entre ricos!