Bienvenidos bachilleres… a la zona de guerra!
Norman De Sola Marin
En los EE.UU. la pandemia de asesinatos masivos en los colegios ha puesto a pensar a las autoridades y también a los empresarios. En lo corrido del 2018 ha ocurrido en promedio más de un tiroteo por semana. El trágico saldo a la fecha: 27 jóvenes muertos. Este año han muerto más estudiantes acribillados por sus condiscípulos de secundaria, que personal militar Norteamericano en servicio activo. Al redactar esta nota han fallecido 14 militares; siete en un accidente de helicóptero.
Comparemos ahora, en este espeluznante escenario al Canadá con los EE.UU. Desde 1960 Canadá ha sufrido 15 incidentes de tiroteos escolares con 37 estudiantes muertos. En el mismo lapso, Los Estados Unidos registro 358 balaceras, con un saldo de 481 estudiantes fallecidos.
En Méjico, donde tales ocurrencias son extraordinariamente raras, la última balacera registrada en un plantel educativo ocurrió en el 2017. El autor se suicido, después de herir gravemente a cuatro compañeros. El hecho suscitó un gran debate nacional entre los «manitos» sobre cómo controlar aun más estrictamente la tenencia y porte de armas de fuego.
Los norteamericanos, han propuesto interesantes y en algunos casos soluciones extremas. El presidente Donald Trump ha ordenado armar a los maestros, por supuesto con total apoyo de la NRA. Empresarios atentos al negocio en ciernes, han propuesto equipar a los estudiantes con morrales blindados. Otros, realizar simulacros de evasión y protección en los planteles. Hace unas dos décadas todos los colegios en EE.UU. son vigilados por un Oficial de Recursos Escolares (SRO) armado, quien como oficial de la policía debe hacerle frente a los tiroteos y demás crisis. No obstante, en Parkland, Florida, en el reciente asesinato de 16 alumnos y un maestro en un plantel de bachillerato, el SRO no evitó la tragedia.
Este año, el Colegio Católico San Cornelio en Chadds Ford, Pennsylvania, como regalo de grado obsequió a todos los estudiantes que ingresarían al Bachillerato en Septiembre del 2018, escudos de acero de .65X25X30 Cms. capaces de atajar proyectiles de .9 mms., Magnum .44, y balines disparados de una escopeta calibre 12. Asimismo proteger contra esquirlas y ataques con armas blancas. Las láminas están diseñadas para insertarlas en los morrales de los estudiantes.
Además por solo U.S. $1.690 (Col. $5 millones) se consiguen camisetas Armor T-Shirt que ofrecen protección contra proyectiles de 9 mm., Magnum .357, calibres menores y armas blancas. La camiseta pesa aproximadamente un kilo, y la sensación al lucirla es de una delgada capa de plastilina que protege al portador.
«Realmente es triste que la época exige la invención de semejante producto,» comentó Robert Vito Gerente General de Unequal Technologies, compañía que fabrica el blindaje.
«Jamás pensé que necesitaría algo así para ir al colegio, no, » comentó Jacob Nicosia de 13 años de edad al noticiero local Fox29.
Los estudiantes estaban sentados en ordenadas filas al lado del empresario Vito durante la asamblea. La cámara registró que ninguno sonreía.
La pregunta incomoda que permanece en al ambiente es: Por que?