29 de marzo de 2024

Compromisos y responsabilidades con el medio ambiente

28 de junio de 2018
Por Álvaro Gómez
Por Álvaro Gómez
28 de junio de 2018

Álvaro Gómez

Tenemos claro que toda actividad humana tiene algún tipo de impacto sobre el medio Ambiente que nos rodea y sobre el Planeta que habitamos. Conscientes de esta realidad debemos asumir una actitud responsable con el entorno en que vivimos, el que nos proporciona los medios necesarios e indispensables para nuestra supervivencia tales como el oxígeno, el agua, la biodiversidad necesaria en los procesos bióticos que permiten la alimentación humana y animal, en fin de su cuidado depende la continuidad en el tiempo de la vida en el planeta,  por esto que se trata un tema que desde el punto de vista ético nos corresponde asumir a todos por igual.

Podemos con actitudes y compromisos serios mitigar de manera importante los efectos de nuestro paso por la tierra, tan vulnerable y sometida a inmensas amenazas  ocasionadas por  actitudes irresponsables de un Desarrollo Irracional, que por fortuna el mundo entero ha ido paulatinamente tomando conciencia. Para minimizar estos riesgos se acordó lo que se ha dado en llamar como el Desarrollo Sostenible, que cuenta con tres pilares interdependientes que se refuerzan mutuamente a saber: el desarrollo económico, el desarrollo social y la protección del medio ambiente; según la Comisión Mundial para el Medio Ambiente y el Desarrollo establecida por las Naciones Unidas en 1983, principio 3° de la Declaración de Rio y adoptado por la legislación Colombiana como norma de superior jerarquía, pues es determinante en todo proyecto que emprendamos.

La puesta en práctica del Desarrollo Sostenible tiene como fundamento criterios, valores y principios éticos, conscientes de ello los más importantes líderes mundiales, mediante un proceso participativo global, que le da plena legitimidad se produjo la Carta de La Tierra como un aporte de miles de personas y organizaciones que presentaron sus preocupaciones y conocimientos científicos para encontrar estos criterios, principios y valores que le permitan a la sociedad a ser más sostenible.

El hecho de tener una creciente actividad productiva sin más criterio que el beneficio económico para los interesados en su desarrollo, produce graves problemas medioambientales, que de no ponérsele freno ocasionaría efectos irreversibles para el planeta. El modelo de desarrollo sostenible, definido a partir del concepto de sustentabilidad de los sistemas productivos, se centra en el objetivo de satisfacer las necesidades de la generación presente, sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para compensar las propias, es requisito pues, si queremos defender nuestro planeta, desarrollar procesos que garanticen sostenibilidad social, económica y ambiental.

Para lograrlo se requiere que se cuantifiquen las amenazas y la vulnerabilidad en las áreas o zonas de desarrollo para los a los elementos expuestos, seres humanos, y así poder encontrar de manera cuantitativa los riesgos a que se someterían las actividades que se vayan a adelantar de manera previa a la aprobación e inicio de todo proyecto de desarrollo.

No es un asunto menor es un tema de ética que nos compromete a todos los seres humanos, pero primordialmente a las autoridades e inversionistas, el Ordenamiento del Territorio debe regular la transformación, utilización y ocupación del espacio de acuerdo con las estrategias de Desarrollo socioeconómico en armonía con el Medio Ambiente, lo dice la legislación Colombiana, es un objetivo del desarrollo territorial “el establecimiento de los mecanismos que permitan al municipio, en ejercicio de su autonomía, promover el ordenamiento de su territorio, el uso equitativo y racional del suelo, la preservación y defensa del patrimonio ecológico y cultural localizado en su ámbito territorial y la prevención de desastres en asentamientos de alto riesgo, así como la ejecución de acciones urbanísticas eficientes”.

A propósito de la prevención de desastres en asentamientos de alto riesgo es menester realizar el respectivo Análisis y el Plan de Emergencias que establezca los posibles efectos finales, establecer probabilidad de ocurrencia y las consecuencias que se derivan de la amenaza latente y su mitigación de fondo para evitar hechos catastróficos con pérdida de vidas humanas que es lo más lamentable de estas situaciones cuando no se mide con responsabilidad ética y social los riesgos conocidos.

Debemos admitir que la ciudad de Manizales se encuentra a la vanguardia en cuanto a la estimación de riesgos naturales a nivel nacional e internacional, pero en nuestras investigaciones hemos encontrado en una estimación objetiva que algunos proyectos carecen de esta medición ambiental por ocasión de riesgos naturales y exógenos de desastres físicos y biológicos, lunares que ensombrecen cualquier desempeño.

 

La ley 1523 de 2012 define la identificación del riesgo como “El proceso de la gestión del riesgo compuesto por la identificación de escenarios de riesgo, el análisis y evaluación del riesgo, el monitoreo y seguimiento del riesgo y sus componentes y la comunicación para promover una mayor conciencia del mismo que alimenta los procesos de reducción del riesgo y de manejo de desastres”.

Consciente o inconscientemente, le estamos pues causando un daño muy grave a la naturaleza por causa de desarrollar  actividades que se apartan de un Desarrollo responsable y sostenible, las consecuencias de ello sino tomamos real conciencia serían funestas e impredecibles.

Esta nota pretende alertar y concientizar a la ciudadanía, al sector privado, a las autoridades y organizaciones en general para que asumamos esta realidad con verdadero valor ético, con rigor normativo y con independencia de criterio sin favoritismos y justificaciones ligeras que lo único que hacen es agravar la situación de una sociedad amenazada y un planeta que necesita nuestro concurso, compromiso serio y responsabilidad ambiental como la primera y más urgente de las amenazas que nos son propias.