29 de marzo de 2024

¡La paz en su laberinto!

Abogado, analista y columnista de opinión en El Espectador, Revista Semana y Eje 21.
18 de mayo de 2018
Por Uriel Ortíz Soto
Por Uriel Ortíz Soto
Abogado, analista y columnista de opinión en El Espectador, Revista Semana y Eje 21.
18 de mayo de 2018

Comunidad y Desarrollo

uriel ortiz

 Al presidente Santos en los escasos tres meses que le quedan para terminar su segundo periodo presidencial, le va tocar reforzar los esfuerzos, con el fin de corregir una serie de incongruencias respeto al acuerdo de paz, puesto que con todo lo que está sucediendo se está deteriorando a pasos agigantados.

Cada semana que termina no faltan las sorpresas sobre la implementación del acuerdo de paz, qué si bien continúa siendo el sueño de todos los colombianos, se están presentando muchos inconvenientes en su implementación.

La etapa posconflicto está llena de fallas y desaciertos; empezando por los proyectos productivos que a la fecha y después de año y medio de promulgado el acuerdo, se están presentando problemas tan graves, que aún ni los mismos funcionarios que manejan los proyectos creen en sus resultados.

Hay casos tan graves, que buena cantidad de reinsertados, desplazados, pequeños y medianos productores de cultivos ilícitos, están desertando de los lugares a donde fueron llevados, para desarrollar proyectos productivos, puesto que no ven ninguna solución a sus angustiosos problemas.

Nos permitimos presentar las principales inconsistencias para reflexión de quienes tienen bajo el cuidado su administración y manejo:

1º- Las zonas agrícolas donde se encuentran ubicados en mayor parte los exguerrilleros reinsertados, no tienen el manejo adecuado y los proyectos productivos de los que tanto se habla, hasta la fecha con algunas pocas excepciones, no se han implementado, ni mucho menso produciendo.

2º- son muchos los colombianos que fueron secuestrados y aún no han sido entregados por los grupos subversivos; o informado, si viven para que regresen con sus familiares, o si fallecieron para que sus cadáveres sean ubicados y sus familias los rescaten para darles den cristiana sepultura.

3º- Es el caso también de cientos de niños, que después de años de secuestro sus familias no cesan en reclamarlos, cientos de ellos fueron cruelmente asesinados mediante los estúpidos consejos verbales de guerra.

4º- Los desplazados y las mujeres violadas, son temas que no dan más espera, es preciso que cicatricen las heridas, aunque sea con un abrazo o un mensaje de buena voluntad, desde luego, sin olvidar que deben ser indemnizados.

5º- Los dineros de la paz: es lo que más está preocupando a todos los colombianos, que se hayan esfumado miles de millones de pesos, que fueron donados por gobiernos extranjeros y demás organizaciones, sin que a la fecha no hayan sido plenamente identificados, los responsables.

6º- El caso de la J.E.P, es capítulo aparte, todo indica que este organismo producto también de los acuerdos firmados en la Habana – Cuba, esté convertido en toda una cueva de rolando, con acusaciones mutuas entre sus magistrados y demás directivos, todo a raíz de la renuncia de secretario general, que denuncio buena parte de las inconsistencias.

7º- El caso Santrich: es todo un chicharrón, puesto que, aún respetados juristas consideran que su captura fue ilegal, puesto que la fiscalía en esos momentos no tenía competencia para hacerlo, alegan que debe ser a la JEP, a quién le corresponde investigar y tomar las medidas y determinaciones pertinentes.

Sin embargo, su detención y huelga de hambre, ha provocado toda una oleada de críticas, la aplicación de las normas que rigen el acuerdo, aún, no están claras y no se acomodan, a los tiempos de modo y lugar.

Por esta razón, existe mucha incertidumbre entre los directivos del nuevo partido de las farc, ya que varios de ellos estarían incursos en el mismo delito de narcotráfico cometido por Santrich, con posteridad a la firma del acuerdo de paz.

Finalmente, el traslado de Santrich a una fundación de la conferencia episcopal, está levantando tanta roncha en todos los medios sociales y económicos del País, que se alcanza a percibir una tolerancia injustificada, con un criminal que fue uno de los verdugos más crueles en el secuestro y posterior asesinato de muchos compatriotas.

 

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