EL CLIMA, SEGÚN TRUMP
Resulta por lo menos paradójico que un fenómeno como el del ‘ciclón bomba’ que azota Estados Unidos se presente en un país cuyo presidente ha negado la existencia del cambio climático.
Ciclón bomba’ es la definición científica del fenómeno meteorológico que por estos días azota los Estados Unidos, una ola de frío que ya deja varios muertos y que puede compararse a una versión invernal de una tormenta tropical. Nieve, heladas y vientos gélidos son el panorama en casi todos los estados, incluyendo Florida, lo que ha originado cierre de aeropuertos y carreteras, cancelación de vuelos y hasta una inusual ‘lluvia’ de iguanas congeladas que caen de los árboles.
El fenómeno, según los expertos, es provocado por una caída drástica de la presión atmosférica. El aire caliente tropieza con el frío y produce una rotación similar a la de un ciclón. El Servicio Nacional del Clima pronostica temperaturas de -20°C en gran parte de la Costa Este, y hasta de -40°C en el norte del país.
Desde el jueves, unos 5.500 vuelos han sido cancelados, por lo que la crisis de movilidad es dramática en ciudades como Nueva York o Boston. En Virginia, 40 mil personas sufrieron cortes de energía eléctrica, de acuerdo con agencias de prensa, y en varios puntos de la Unión se declaró el estado de emergencia.
Pero el ‘ciclón bomba’ no solo azota Estados Unidos. En una región de clima tropical como Centroamérica, el frente frío ha generado lluvias y bajas temperaturas en países como México, Guatemala y Costa Rica. “A nosotros nos toca la cola”, comentó un meteorólogo costarricense a la agencia AFP.
Resulta por lo menos paradójico que este fenómeno tenga como epicentro el país cuyo presidente ha negado el cambio climático, calificándolo incluso de “inventado por los chinos”. Consecuente con su personalidad, Donald Trump no se ha quedado en palabras y ha ido más lejos: retiró a su nación, una de las más contaminantes del mundo, del Acuerdo de París contra este tema.
La política de Trump frente al calentamiento global ha suscitado una lluvia de críticas, tanto de expertos como de ciudadanos de a pie, ya que en su caso el proteccionismo a la industria significa un retroceso en la lucha medioambiental.
En 2017, por ejemplo, Estados Unidos fue uno de los países más devastados por los fenómenos naturales. Los huracanes Harvey, Irma y María fueron implacables a su paso por Texas, Florida y Puerto Rico, pero Trump se ha mantenido inflexible y es poco probable que las evidencias contundentes le hagan cambiar de opinión.
EDITORIAL/EL HERALDO