Así, sin querer queriendo, Rodrigo traiciona
Buscando ministerio con Vargas sin triunfar.
Por Elkin Mesa
Sin pretenderlo ni una vez, por ser vástago de quien fuera un excelente ministro de justicia, Rodrigo Lara Bonilla, gran parte de la opinión pública podría mañana terminar despreciando la figura de Rodrigo Lara Restrepo, actual presidente de la cámara baja, en razón de las acciones que ha permitido para que un partido menor, Cambio Radical, trastorne el camino de un proceso de paz deseado por muchos millones de colombianos.
Lo sucedido es breve en la explicación. Con acciones que algunos podrían tildar de perversas, Lara, fácil de identificar en fotos por la palidez de su rostro, ha estimulado el desarrollo de estrategias que terminarían, si no se ajustan en los próximos días, en un acuerdo de paz con débiles mecanismos justicieros para sancionar tanto a dirigentes de Cambio Radical como a los de un centro denominado democrático que se han enriquecido como dobles de personajes siniestros en el desplazamiento con asesinato incluido de miles de campesinos que hace muchos años están siendo despojados de sus tierras para añadirlas a extensiones ganaderas o simplemente agrarias.
El acuerdo de paz, así herido, no lograría castigar a ilegales, civiles, militares o ex guerrilleros, con pasado de malos comportamientos, pues en su tribunal de justicia se impediría el acceso, como integrantes, de personas que sean registradas como quienes demandaron al estado de violación de derechos humanos o provocado debates relacionados con el conflicto armado que ahora está aliviándose.
Como estafeta de Vargas Lleras en la cámara baja, Lara, según observadores atinados, podría estar soñando con un ministerio si llegara el supuesto triunfo de su patrón en la competencia presidencial. Si no se cumpliera, el hijo de Lara Bonilla se quedaría con el pecado ante el pueblo que le negaría un puestico en la historia de Colombia porque por él se sentiría traicionado en sus anhelos de progresar en paz. Ya que el acuerdo tan castrado, para poco serviría, o si, solo para garantizar la impunidad de los políticos robatierras, además de criminales en otros actos. (EDJM).