29 de marzo de 2024

Colombia está ‘enferma y grave’

16 de septiembre de 2017
16 de septiembre de 2017
Imagen kienyke

Bogotá, 17 de septiembre de 2017. (Por kienyke) Todos somos culpables del narcotráfico, la corrupción y los otros males por los que está atravesando la Colombia actual, así lo dijo el fiscal general de la Nación, Néstor Humberto Martínez, en el foro titulado el “impacto del delito del contrabando sobre la economía del país”, que se llevó a cabo en el Congreso Nacional de Comerciantes.

“Nosotros permitimos que la ausencia de políticas públicas generen esos resultados y no pasa nada. Nosotros permitimos que haya corrupción, que vayamos a los cocteles, que hablemos de los bribones en tono bajo y no hacemos nada. A nosotros nos falta sociedad”, enfatizó el fiscal Martínez.

El panel del foro lo completaron el procurador General de la Nación, Fernando Carrillo y el Superintendente de Industria y Comercio, Pablo Felipe Robledo. Todos, con diferentes palabras y argumentos, coincidieron en que el actual panorama de Colombia, aunque se hable de paz y reconciliación, es grave.

Martínez fue enfático en afirmar que la base de todos los delitos de alto impacto está en el tráfico de drogas y que hoy día el país, infortunadamente, está viviendo una etapa que fácilmente podría llamarse la nueva bonanza del narcotráfico.

Dentro de su discurso, el jefe del ente investigador y acusador evocó la política antindrogas de 2009, estando el país en manos del entonces presidente Uribe, con Juan Manuel Santos en el ministerio de la defensa y con el actual vicepresidente, general Óscar Naranjo, como jefe máximo de la Policía, cuando se lograron eliminar 100 mil hectáreas de cultivos ilícitos.

Antes de los diálogos de paz los cultivos ilícitos eran o estaban controlados por las Farc; hoy esas hectáreas están en manos de varios grupos delincuenciales, integrados por disidentes y farianos,

Para Martínez el país tiene que retomar ese camino y eliminar la cabeza del mounstro llamado narcotráfico. El fiscal augura que si no logramos construir una política firme contra ese mal, el ilícito negocio “nos va a expropiar los dividendos de la paz y la reconciliación de los colombianos”.

A su turno, el procurador general de la Nación tampoco fue optimista frente los flagelos que hoy quieren tragarse al país. Carrillo también ve el narcotráfico como la madre de todos los males y fue un poco más allá, para el Procurador es muy viable, casi que lo predice, que los dineros de esta nueva ‘bonanza’ pretendan infiltrar la carrera presidencial que se avecina.

El jefe del ente de control invitó a los asistentes, todos ellos comerciantes y empresarios, a luchar en conjunto con las instituciones para acabar con la corrupción, a la que ve como sistema circulatorio de los demás males propios de Colombia. El Procurador les aseguró a los comerciantes que batallar contra la corrupción es un hecho rentable, porque la corrupción es un obstáculo para los mercados y los movimientos legales.

Carrillo no se bajó del atril sin criticar la falta de ética, la nueva forma corrupta de hacer política, la picardía y sobre todo la impasibilidad de la ciudadanía frente a las víctimas.

El último en tomar el micrófono fue el ‘Súper’, como le llaman sus colaboradores más cercanos. Pablo Felipe Robledo, en una corta pero firme intervención, reiteró con otras palabras, lo dicho por sus compañeros del foro: “Colombia está bastante enferma”.

Al superintendente no le tembló la voz para decirles a los empresarios que en su gremio y en la ciudadanía en general, matemáticamente hablando, hay más corruptos que en el sector público y que ende las responsabilidades tienen que ser compartidas.

Aunque también habló de la debilidad institucionalidad, Robledo quiso hacerle caer en la cuenta a grueso del auditorio que la protección al empresariado corrupto por parte del mismo gremio o seguirles el juego en mínima, poca o gran medida es lo que no deja salir al país de atolladero en el que está.

Desde la experiencia propia recordó técnicas de ilegalidad como la cartelización empresarial, una práctica ilegal entre privados que tiene que verse como un acto corrupto.

La invitación de Robledo al empresariado es a no caer en la trampa, condenar y denunciar la corrupción que se viene generando desde el sector privado.

Al final del foro los tres funcionarios lanzaron voces de auxilio y de esperanza, que deben tomarse como un salvavidas nacional, que invita a trabajar públicos y privados o más bien institucionalidades y privados, con el único fin de curar las heridas de la Colombia que hoy está quebrándose ante los ojos de todos, sin que se vea la intención de hacer algo por ella.