29 de marzo de 2024

Respuesta a una columna de Eucario Bermúdez

1 de agosto de 2017
Por Carlos Piñeros
Por Carlos Piñeros
1 de agosto de 2017

Por Carlos Piñeros

Me complace, apreciados amigos, intentar una respuesta al colega respetado y bien recordado Eucario Bermúdez:

La diferencia fundamental entre el «periodismo» de las redes sociales frente al que obliga a los periodistas profesionales radica en una sola palabra: responsabilidad.

De ahí que no debamos darle juego a «las malas lenguas», los rumores, las sospechas; es decir, repetir lo que dice el loro.

Como en Derecho, debemos guiarnos por los hechos, las pruebas. Con una diferencia frente al Derecho: que nosotros no manipulamos las pruebas ni inventamos desvíos para reducir penas.

Ahí están los acuerdos: no hay guía más fidedigna para desarrollar y esperar a ciencia cierta lo que pueda pasar, si los honramos.

Son muy escasos los temas y momentos que hemos identificado en la historia republicana para unirnos alrededor de objetivos que nos saquen del atraso y de la injusticia: como el de la independencia, que aún no hemos podido concluir, porque nos criollos (herederos de las mañas españolas) querían seguir abusando del dominio, de las tierras (hasta hace poco persistía corriendo la cerca y apropiándose del predio vecino vía el paramilitarismno), de los esclavos, mientras los patriotas demandaban decisiones por el bien común.

Bolívar no sabía si quería ser presidente vitalicio, tirano, rey o qué; los criollos hablaban de independencia frente al gobierno local pero seguían guardando tributo a Fernando VII.

López Pumarejo algo avanzó en la independencia, pero no le dejaron hacer la ley de tierras. Igual que a Lleras Restrepo, cuyo acuerdo de Chicoral fue un fracaso.

El objeto de la política transparencia es el bien común, no el abuso del poder para beneficio de unos pocos, como ha sido siempre en Colombia: producto de la enseñanza española: vinieron no a descubrir ni a colonizar sino a destruir la cultura propia: robarse los tesoros, tirarse a las indígenas, esclavizar a los negros e indios.

Es irracional concentrar la propiedad de la tierra sin generar empleo, producción e impuestos, como lo hemos padecido.

Y tierra sobra para generar empleo e ingreso y con ello educación y progreso colectivos. Falta visión de patria. Y no dejarse dividir por el color azul, rojo o el que quieran para seguir reinando en pro de dos o tres.

Falta un plan de desarrollo de largo plazo para aprovechar las ventajas comparativas de la nación. La paz es soporte vital para ello: el exceso de gasto militar que vaya a construir nación. Porque la paz, en suma, no es no conflicto armado, sino bienestar general. Baste mirar los países más desarrollados. Luego, mucho está por hacerse.

Y, para colmo, ni siquiera pudimos ponernos todos de acuerdo para convenir superar el conflicto. Es que ni siquiera este existía para unos intérpretes interesados de la historia presente.

Necesitamos conocer nuestra historia para que nos nos sigan metiendo los dedos en la boca. Y decidir cumplir por fin el deber ciudadano de participar en la toma de las grandes decisiones que resolverán el futuro de la patria.

Cordialmente,

Carlos Piñeros