28 de marzo de 2024

Queremos tu vida no tu plata

30 de julio de 2017
Por Consuelo Botero
Por Consuelo Botero
30 de julio de 2017

Consuelo Botero

Observando el efecto viral que causó el video, del concejal de Medellín, Santiago Jaramillo Botero, vestido de muerte, llamando a los   conductores a tomar conciencia de la responsabilidad al conducir y velando porque los recursos públicos no se desvíen a intereses particulares, no tuve otro camino que sorprenderme de su arrojo e ingenio.

Empezando por las fotomultas que por la manera de aplicarlas, pareciera, que no buscan otro interés distinto al económico. Y es aquí cuando el edil, nos transmite un mensaje contundente: “No nos dejemos engañar con este sistema, que busca enriquecer a unos cuantos, en lugar de crear conciencia ciudadana, sobre la responsabilidad personal al manejar”. Nos invita a ser prudentes y a cuidar de nuestra vida sin pagar un centavo.

Los especialistas mundiales en tráfico terrestre, como el desaparecido ingeniero Hans Monderman, aseguran que el exceso de señales de tráfico, hacen que tanto peatones como conductores, circulen de manera automática; y que desapareciendo semáforos y señales de tránsito, el conductor es obligado a responsabilizarse de su propia vida y la de los demás.

Dicho sistema se conoce como modelo de Espacio Compartido y su tesis consiste en demostrar que el espacio urbano debe ser compartido al mismo tiempo por conductores, peatones y vehículos, utilizando el espacio público con sentido común y sentido de supervivencia.

Este sistema  novedoso, ya ha sido aplicado en otros países como Holanda y en ciudades como  Amorebieta en España, en donde desde hace 10 años se retiraron los semáforos y se han reducido sustancialmente los accidentes de tránsito

Y es que el hombre en su lucha por prolongar la existencia y ante la inminencia de su propia muerte, no dudaría un instante en hacer todo lo posible por salvar su vida en situación de peligro. Ante el caos vehicular, miraría a ambos lados, al atravesar una avenida, sería más cuidadoso al manejar, tomaría el control de su propia vida y la de los demás.

Qué tal si se hace una prueba piloto en una avenida o ciudad intermedia  como ya se está dando en otros países, eliminando todas las señales de tránsito. Sin semáforos, ni señalización y sin un centavo a pagar y le damos al ciudadano la potestad de manejar su propia vida.

Sin señalética, el peatón pasa a ser dueño del espacio público, el conductor no tiene idea de lo que está permitido o no y eso le obliga a poner mayor atención al manejar.

Las ciudades en el mundo que ya han experimentado esta iniciativa promovida y aceptada por la unión Europea, manifiestan que los resultados han sido extraordinarios porque se han reducido los accidentes viales, la comunicación entre los transeúntes se ha incrementado y el número de automóviles se redujo.

Me uno a la campaña civilista del Concejal que vestido de muerte nos hace reflexionar sobre la vida misma y sobre la importancia de tomar todas las medidas necesarias para gozar de un día más de vida y pensar en una ciudad hecha para ciudadanos del siglo XXI.