28 de marzo de 2024

Correos de la infancia al Niño Jesús y al Papa

29 de diciembre de 2016
Por orlando cadavid
Por orlando cadavid
29 de diciembre de 2016

Contraplano

cadavid

Por Orlando Cadavid Correa

Antes de salir a vacaciones, la profesora de informática de un colegio se encontró en la bandeja de entrada de su computadora una nueva tanda de mensajes virtuales para el Papa Francisco, unos, y otros al Divino Niño, remitidos por sus parvulitos. Primero vamos con los del Pontífice:

— Papa Pacho: ¿Te molesta que te llamen así o prefieres que te digan Francisco, a secas? (Harvey).

— ¿No te parecieron muy maleducados Santos y Uribe al negarse a deponer sus rencillas en la cita contigo, en el Vaticano? (Rubén).

— Santidad: ¿Por qué tanta vaciladera con la fecha para la visita prometida a Colombia? (Javier).

— ¿Te gustó que en Colombia publicaran en un almanaque que antes fue de una tabacalera una foto tuya en la que estás muy sonriente, bendiciéndonos? (Emily).

— ¿No has pensando en canonizar al padre Rafael García Herreros, el creador de “El Minuto de Dios”? (María del Mar)

— Papa Pacho, como te llama el más grande de mi salón: ¿nunca has llegado a cansarte de tener siempre la razón?

— ¿Serías capaz de renunciar, a determinada edad, en un momento dado, como lo hizo el papa Benedicto por el gran peso de tu tarea monumental? (Régulo).

El turno es ahora para los llamados “locos bajitos” que le escriben al hijito recién nacido de José y María:

— Jesús Sacramentado: Mi hermano Humberto te formuló en el pasado esta pregunta y yo te la repito: ¿No te molesta que todo el mundo te ponga de fiador, a través del muy abusivo “Dios le pague”? (Carlos León).

— ¿Qué piensas de aquellos que solo se acuerdan de ti cuando hay temblor de tierra o va a despegar el avión? (Yecenia).

— Cuando eras un pibe o cuando eras arzobispo o cardenal, ¿te llegaron a inocentar en tu natal Buenos Aires? (William).

— De chico, en tu casa, ¿hacías el pesebre con tus hermanitos y cantabas villancicos en las novenas? (Tomás).

— Jesusito: ¿No te enojas porque le han puesto tu nombre (“El Niño”) a un fenómeno climático que genera muchos problemas en América Latina? (Diego).

— ¿De dónde sacas toda esa plata para comprarnos los juguetes que nos traes el  25 de diciembre? (Sofía).

— Niño: ¿Es cierto que “Tutaina” –el villancico que más entonamos  en las novenas— equivale en el Perú a una pequeña fiesta familiar? (Jairo).

— Rey divino: ¿Tienes Twitter? ¿Chateas, a veces, con tus amiguitos? ¿Me puedes dar tu correo electrónico? (Mario César).

— ¿No te molesta, Niño Jesús, que los grandes se emborrachen y hasta riñan en la noche más importante de la navidad?  (Natalia).

Para redondear esta faena de los pequeños, rescatamos otros mensajes que publicamos en un Contraplano de 2006:

Si las vírgenes son once mil, ¿ello quiere decir que tú tienes once mil mamás? (Rosa)… ¿Verdad que tu papá era muy buena persona, pero muy mal carpintero? (Katty)… ¿A qué edad hiciste tu primer milagro y en qué consistió? ¿Cómo funciona el truco para caminar sobre las aguas? (Camilo)… ¿Desde chiquito decidiste no casarte jamás, ni tener hijos? (Oscar)… ¿No te parece muy montañera la gente que estrena vestido y zapatos en Semana Santa? (Patricia)…

Lo de la ballena de Jonás fue un milagro o una disculpa que se inventó el profeta para irse de rumba? (Winston)… ¿Sospechaste alguna vez que Judas te traicionaría? (Lucas)… ¿Es cierto que hubo que hacer “vaca” para pagar la cuenta de la última cena? ¿Qué tal estuvo la comida? (Germán Darío)… ¿Tenías preparadas de antemano tus siete palabras o te fueron saliendo así no más? (Víctor)… ¿Qué tiene de cierto que todas las iglesias las construyen con unas puertas enormes para que pueda entrar el Altísimo? (Pamela).

La apostilla: Un muchachito llamado Etelberto Libaniel le suplicaba en su e-mail al Niño Jesús de Praga: “Ordénale, si a bien tienes, a tus sacerdotes que no le pongan nombres feos a los niños (como los míos); que las misas no sean tan largas y que no se permita la entrada de mascotas al templo”.

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