28 de marzo de 2024

Por quién votan los ciudadanos

20 de noviembre de 2016
Por Eligio Palacio Roldán
Por Eligio Palacio Roldán
20 de noviembre de 2016

Eligio Palacio Roldán

Eligio PalacioSe rasgan las vestiduras, por estos días, intelectuales, generadores de opinión, pensadores y algunos políticos porque el grueso de la población no ha votado “de manera correcta” en el Brexit en Inglaterra, el Plebiscito en Colombia y en Estados Unidos al elegir a Trump, como presidente. No sé qué sucederá en Inglaterra y en Estados Unidos pero en Colombia se demostró que los que votaron por el no estaban en lo correcto y que si era posible “un mejor acuerdo” y creo que serían posibles muchos más y mejores acuerdos si no fuera por el afán del presidente, Juan Manuel Santos, de recibir su Nobel con algún acuerdo real, entre las manos, para mostrar. (Ver EL NOBEL, OTRO IDOLO HECHO TRIZAS https://eligiopalacio.com/2016/10/12/el-nobel-otro-idolo-hecho-trizas/)

Dice Luis Carlos Vélez, en su columna de El Espectador que sería un error “… quedarse en el fenómeno del  llamado voto vergonzante, que plantea que algunos de los que votan y contestan encuestas mienten sobre sus preferencias para evitar entrar en cuestionamientos o discusiones”. (http://www.elespectador.com/opinion/estamos-desconectados).

Yo no creo en el “voto vergonzante”. Creo en el engaño malicioso, pícaro y utilitarista en la política, en las elecciones. Veo, desde hace mucho tiempo y con cierta satisfacción, cómo el pueblo dejó de ser burlado por los políticos de turno y cómo comenzó a engañarlos: a todos los recibe, a todos dice creerles, a todos dice seguir, por todos dice votar y vota por quien le da la gana. Esa realidad la palpé en la pequeña población donde nací y voto… “ahora, en las campañas, los políticos costean las fiestas, pagan los almuerzos, los caballos, el aguardiente. Ahora a mis paisanos hay que pagarles su voto: puestos, carreteras, bultos de cemento, arena o plata. Y el día de elecciones es uno de los más productivos: reciben almuerzos, dinero, y regalos; en todos los directorios políticos.” (Ver CREI EN LOS PARTIDOS POLITICOS… UN DIA https://eligiopalacio.com/2013/08/28/1924/)

Para bien o para mal terminaron los tiempos en que los gobernantes eran escogidos a dedo, en que conquistar dos o tres gamonales era suficiente para tener un electorado cautivo, en que eran claros los modos de manipular la conciencia ciudadana.

Con el advenimiento de las redes sociales perdió, también, su influencia el periodismo. Dejó de ser el cuarto poder, el poder que daba poseer la información porque ésta ya está a disposición de todo el mundo a un solo clic y eso, precisamente eso, genera una sociedad compuesta por individuos autónomos, libres, sin temores. Y, claro, nada más peligroso, para el statu quo, que alguien sin miedo.

¿Y por quién vota la gente? Por el contrario al que despierte animadversión por su lejanía a las necesidades del pueblo o por su arrogancia. Por el más débil. Así sucedió en Inglaterra, en Estados Unidos y en Colombia.

En Entrerríos – Antioquia, donde vivo, siempre ha ganado, en las elecciones de alcalde, el candidato contrario al que tenga mayor grado de aceptación de la oligarquía criolla; es decir, el que más se haya sintonizado con el pueblo. De ahí que acudiendo al populismo se pueda derrotar fácilmente al contrario. Ese, precisamente ese, es el peligro para la democracia colombiana con la llegada de las Farc a la escena política.

ANTES DEL FIN

Políticos, periodistas y dirigentes tendrán que ser coherentes, auténticos, objetivos  y honestos en sus discursos; de lo contrario serán abandonados a su suerte por las audiencias como ocurre en la actualidad.