Nos seguimos sintiendo en Venezuela
LA BARCA DE CALDERÓN
Por William Calderón Z.
Poco a poco se van conociendo en la Costa Atlántica otras denuncias similares a la que describió el doctor Luis Prieto Ocampo, en su columna del diario La Patria, de Manizales titulada «Nos sentimos en Venezuela», publicada el 26 de Agosto de 2016, en la que reveló que fue ultrajado junto con su señora esposa al ingresar como invitado especial a la última Asamblea de la ANDI –ahora de empresarios—celebrada en Cartagena de Indias.
También sucedió en Barranquilla
La periodista Luz Marina Esper le relató a La Barca de Calderón que fue atropellada verbalmente por un funcionario del Ministerio de Educación (léase bien: de EDUCACION) en un encuentro que se realizó en el Colegio Hebreo, de Barranquilla, que contó con la presencia del vice ministro de Educación Victor Saavedra, no obstante haber asistido en su condición de psicóloga, periodista y madre de familia.
“Te sales o te saco”
A la señora Esper se le pidió salir del auditorio, minutos después de su ingreso. Al parecer, la intención del funcionario de marras de expulsarla del encuentro se debió al hecho de representar el diario La Libertad, medio de comunicación que en los últimos días ha divulgado diversas reacciones entorno a la polémica generada por la publicación de la cacareada cartilla del Ministerio de Educación y sus manuales de convivencia. Sin embargo, la reacción de rechazo de un grupo de padres de familia allí presentes, impidió que fuera sacada de la reunión con la consigna «Te sales o te saco» a un evento al que fue formalmente invitada.
¿Quien es Luz Marina Esper?
La periodista Esper es la gerente del diario La Libertad, hija de don Roberto Esper, empresario y propietario de los periódicos El Espacio, La Libertad de Barranquilla, La Verdad de Cartagena, La Piragua de Córdoba y las emisoras Tropical, Ondas del Caribe y Libertad, medios que también codirige la comunicadora social discriminada y maltratada en el Colegio Hebreo. ¡Qué situaciones tan bochornosas las vividas en la región Caribe por gentes tan respetables como el doctor Prieto y su dignísima esposa, en Cartagena, y la respetable colega Esper, en la capital del Atlántico. ¡No hay derecho!
Nota del barquero:
A petición de nuestros lectores, damos a conocer el Link de la columna del doctor Luis Prieto Ocampo: