28 de marzo de 2024

Mejor tenerlos buscando votos

5 de septiembre de 2016
Por Óscar Tulio Lizcano
Por Óscar Tulio Lizcano
5 de septiembre de 2016

Óscar Tulio Lizcano

Oscar Tulio LizcanoUno de los aspectos que más resistencia genera frente a la negociación de paz con las Farc es la futura participación de sus integrantes en política. Ese complejo asunto, protagónico desde que empezaron los diálogos en La Habana, cuenta con un alto porcentaje de opositores, según revelan las encuestas. El temor a que esto implica impunidad es uno de los argumentos más notables de quienes promueven votar por el “no” en el plebiscito.

Pero, es precisamente la posibilidad de la participación en política uno de los componentes claves si se trata de aplicar la justicia transicional en un acuerdo para cesar un conflicto armado de más de 50 años. Casi todos los procesos de paz que se han dado en el mundo —Irlanda del Norte, Ruanda y Sudáfrica, por ejemplo—, han considerado la participación en política como un elemento imprescindible.

En el caso colombiano tampoco es novedad. Integrantes del M-19, grupo armado que desapareció gracias a un proceso de negociación, también han participado en política.Gustavo Petro y Antonio Navarro, conocidos por su trayectoria política gracias a diferentes elecciones en las urnas, son excombatientes del M-19. Hoy, por voluntad del electorado, los movimientos con los que incursionaron Petro y Navarro en la arena política no están en el escenario electoral, tuvieron que refundirse con otras corrientes políticas. Sin embargo, su presencia como actores políticos se ha mantenido, respetando la Constitución.

Creo que con las Farc sucederá algo muy parecido. Es el pueblo el que les pasará factura de cobro mediante el voto popular. Y, muy seguramente, sus líderes políticos terminarán vinculados con otros movimientos y partidos. Subestimo, pues, ese argumento temerario de que serán los guerrilleros de las Farc quienes nos van a gobernar en el futuro. Analistas comoCelso Monteiro Furtado, Andre Gunder Frank y Eduardo Galeano, señalaron que la burguesía colombiana es la que ha tenido la dirección del Estado en toda su historia, ha sido la más inteligente y sagaz de América Latina. No ha habido un golpe de Estado, ni han dejado que prosperen gobiernos populistas como el de Gaitán, que fue asesinado.

El caso de Gustavo Rojas Pinilla es una verdad de a puño. Fue la clase burguesa la que lo subió al poder en 1953. Líderes empresariales e industriales lo apoyaron. En su gobierno realizó grandes cambios en infraestructura, reconoció el derecho al voto de la mujer y trajo la televisión. Y el 10 de mayo de 1957, esa misma clase burguesa que lo subió al poder, lo tumbó.

Así que aquellos que creen que la participación política es ‘el coco’ del proceso de paz, hay que reiterarles que las Farc, como partido, tendrán que salir a conseguir votos y cautivar un electorado que le será adverso. Ya Iván Márquez lo está haciendo. Mientras que al inicio de la negociación, en Oslo, habló de sentar en el banquillo a los defensores del neoliberalismo, en su reciente discurso habló de distribución de la tierra, justicia social y soberanía alimentaria.

Yo estoy convencido que es mejor escucharlo disparando esas ideas, que no un fusil repleto de balas. El Colombiano.