28 de marzo de 2024

Abren Sala Otto Morales en Academia de la Lengua

30 de junio de 2016
30 de junio de 2016

 

El acto tuvo lugar el pasado lunes en la Academia Colombiana de la Lengua, en Bogotá

Otto Morales mayo 23 de 015

Al acto asistieron importantes personalidades nacionales, encabezadas por el ex presidente Belisario Betancur, quien celebró que en esta forma se hiciera tan justo reconocimiento al recordado ex ministro caldense, cuyo primer aniversario de su muerte se cumplió recientemente.

Por su parte, el Director de la Academia, Jaime Posada, exaltó a Morales Benítez como escritor y hombre de gobierno, quien estuvo al frente de las carteras de Trabajo y Agricultura, además de haber sido secretario general del Partido Liberal.

“Él ocupa un lugar entre los más grandes de nuestra Academia. De ahí esta consagración con la nueva sede que lleva su nombre”, dijo mientras se declaraba confiado en que el instituto realice allí diversas actividades en beneficio del desarrollo social del país.

El acto central de la ceremonia fue la entrega de un busto de Morales Benítez, (obra del escultor Alejandro Hernández Pinto), el cual fue descubierto por sus hijos Adela y Olympo, quienes intervinieron a continuación.

Instituto para el Humanismo Social

En su condición de Directora del Instituto, Adela Morales señaló que su padre “es sinónimo de humanismo social”, más aún cuando él fue Alto Comisionado en tal sentido y trazó en su obra las líneas que deberán seguirse: el hombre como protagonista de la historia, la lucha por el rescate de los valores liberales, la fidelidad a los principios y, sobre todo, la búsqueda incansable de justicia social.

Observó que en las actuales circunstancias, cuando acaba de firmarse un acuerdo de paz entre el gobierno nacional y la guerrilla de las Farc, el organismo a su cargo debe ser también protagonista, haciendo significativos aportes a esta nueva forma de vida del país, diferente a la guerra.

Por ello, hizo un llamado a los investigadores, a las universidades y a la comunidad en general para sumarse a esa tarea por el respeto a las diferencias y la formación de una democracia que construya ciudadanía y reduzca la desigualdad social, pues la participación de todos -dijo- es necesaria.

Al respecto, propuso un pacto social pero que venga desde las regiones, como protagonistas del desarrollo local y cuyas historias, “que tanto estudió mi padre”, se logren recuperar.

Es indispensable -señaló- que para dicho propósito se hagan alianzas entre los diversos sectores, adoptando políticas públicas acordes con las diversas realidades sociales y ampliando así nuestra democracia.

“El humanismo social, que lideraba Otto Morales Benítez, está vigente”, puntualizó.

“Otto está en nuestro corazón”

Al término de la ceremonia, varios miembros de la Academia tomaron la palabra para citar pasajes significativos de la vida y obra de Morales Benítez.

Benjamín Ardila Duarte, en primer término, se refirió a hechos como la reducción de impuestos a los periódicos, en defensa de la libertad de prensa, que Otto promovió desde la presidencia de Andiarios, y su contribución a la caída de la dictadura militar a mediados del siglo pasado, así como la compilación de escritos del maestro Darío Echandía, entre muchos otros.

A su turno, el historiador Javier Ocampo López, tras declarar que “Morales Benítez permanece en nuestro corazón”, repitió lo que a él personalmente le dijo alguna vez: “Usted es uno de los grandes políticos de Colombia, que ha señalado rumbos para la historia desde el humanismo social”, igual que lo hicieron -precisó- Rafael Uribe Uribe, Jorge Eliécer Gaitán y Gabriel Turbay, en el liberalismo, o Belisario Betancur -“aquí presente”-, en el conservatismo.

“La esencia del pensamiento de Otto Morales Benítez sí está en el humanismo social, gran legado de Colombia para el mundo”, sentenció.

Finalmente, Olympo Morales hizo entrega al director de la Academia, Jaime Posada, de los dos tomos del más reciente libro de su padre sobre el ex presidente Eduardo Santos.

“Es que él ha seguido publicando después de muerto”, anotó en tácita alusión a la amplia producción bibliográfica de Morales Benítez, ni siquiera interrumpida por su fallecimiento.