28 de marzo de 2024

La primera piedra para construir La Paz.

11 de mayo de 2016
Por Arturo Yepes Alzate
Por Arturo Yepes Alzate
11 de mayo de 2016

Arturo Yepes Alzate

Arturo Yepes reducidaSuperemos el sofisma que la oposición plantea, en el sentido que firmado el acuerdo de La Habana, seguirá la violencia en Colombia.

Obvio que un grupo de firmas de los comandantes combatientes no traerá por sí sola la normalización del país, pero también es cierto que la suma de voluntades del gobierno y la empresa privada, para echar a andar iniciativas en lo municipal y nacional que contribuyan al mejoramiento de la vida de todos en la sociedad, sí lo hará. Tomará tiempo, pero lo lograremos.

Por eso es tan importante en este momento, que la sociedad colombiana supere la crisis de credibilidad. Basta ya de las discusiones en lo político y de los representantes de la institucionalidad. En el país todavía podemos hablar de esperanza, de un empresariado comprometido, serio, de avanzada, moderno y con conciencia social.

Todos los sectores: el gobierno, el establecimiento y el empresariado, deben mejorar su comunicación con el público, para que enfrentemos el reto de la reconciliación con valentía y movamos el crecimiento del país.

Así, podremos afrontar el gran reto: derrotar 40 años de influencia desmedida del narcotráfico, para poder avanzar. Hay que regresar a la mentalidad emprendedora y vencer el pensamiento mafioso y la cultura traqueta, tramposa, mentirosa y corrupta.

Nuestros jóvenes deben volver al amor por el estudio y a la convicción que conseguir dinero es paulatino y requiere esfuerzo. Como proponía Álvaro Gómez, necesitamos un acuerdo sobre lo fundamental.

El país tiene que serenarse y pensar realmente cuál es el futuro que quiere. Hay que superar la polarización. Tenemos que ser muy creativos.

Cuando un combatiente se desmovilice, porque se firma el acuerdo de paz, hay que apoyarlo con educación, no sólo con un empleo temporal y de baja calidad. Tampoco podemos quedarnos en el asistencialismo del Estado y el subsidio. La responsabilidad es tratar de encontrar personal con alto potencial y darle oportunidades dentro de la vida civil.

El posconflicto debe abordarse desde el hacer, entre todos, más que el dar. Así avanzaremos hacia La Paz definitiva. Paz a través del crecimiento económico y la justicia social.