20 de marzo de 2025

Panamá Papers – «Descubriendo que el agua moja»

15 de abril de 2016
Por Eligio Palacio Roldán
Por Eligio Palacio Roldán
15 de abril de 2016

Eligio Palacio Roldán

Tocará decir que la doble moral es “connatural” al ser humano.

Eligio PalacioEl mundo económico y político se escandalizó, al comenzar el mes de abril, con la filtración, a la prensa mundial, de información confidencial de la firma Mossack Fonseca de Panamá en relación con las inversiones, presuntamente ocultas, de diversos líderes mundiales, para evitar explicar su origen, el control, y el pago de impuestos en sus respectivos países.

Panamá es un Paraíso Fiscal y en los Paraísos Fiscales hay secreto bancario, lo que implica que no hay control del origen ni del destino del dinero, facilitando su lavado, no tienen convenios con otros países para el control de la evasión de impuestos y, en general, poseen toda la infraestructura necesaria para la realización de negocios y transacciones sin controles de las autoridades financieras y/o económicas de los demás países.

Como me suele suceder, con alguna frecuencia, no  entendía el motivo del escándalo. Todo el mundo, medianamente, informado en economía y política, conoce la problemática de los Paraísos Fiscales, llamados así porque, como en la mítica parábola bíblica, allí se puede hacer lo que se quiera, en materia económica, sin ningún control.

Según https://www.inspiraction.org/justicia-economica/listado-paraisos-fiscales, existen 73 Paraísos Fiscales en el mundo: Andorra, Corea,  Anguila, Letonia, Antigua y Barbuda, Líbano, Aruba, Liberia, Austria, Liechtenstein, Bahamas,  Luxemburgo,    Bahrein, Macao, Barbados, Malasia, Bélgica, Maldivas, Belice, Malta, Bermudas, Islas Marshall, Botsuana, Mauricio, Islas Vírgenes Británicas, Mónaco, Brunei Darussalam, Montserrat, Canadá, Nauru, Islas Caimán, Países Bajos, Islas Cook, Antillas Neerlandesas, Costa Rica, Panamá, Chipre, Filipinas, Dinamarca, Portugal, Dominica, Samoa, Francia, San Marino, Alemania,   Seychelles, Ghana, Singapur, Gibraltar,     España,      Granada, San Cristóbal y Nieves, Guatemala,    Santa Lucía, Guernsey, San Vicente y las Granadinas, Hong Kong, Suiza, Hungría, Islas Turcas y Caicos, India, Emiratos Árabes Unidos, Irlanda, Reino Unido, Isla de Man, Uruguay, Israel, Islas Vírgenes de EE.UU., Italia, EE.UU. ,Japón, Vanuatu, Jersey.

Los medios masivos de comunicación registran con frecuencia las megafusiones, compra o venta de grandes empresas que se llevan a cabo en esos  Paraísos Fiscales, buscando una adecuada “planeación tributaria”. Entonces, ¿por qué el escándalo, ante una realidad evidente?

Yo creía que este problema, el de escandalizarse por lo conocido, era solo de los colombianos. Ahora veo que es un comportamiento normal de la humanidad. Es, volviendo a pensar en la Biblia, como si todos los seres humanos sufriéramos de la incredulidad de Santo Tomás (“Luego dijo a Tomás: Pon aquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano, y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente”),y que cuando la prensa hace el papel de la mano del santo, para mostrar lo evidente, si nos escandalizamos. Pasa lo mismo con la corrupción en el país: todos sabemos dónde está, como opera, pero parecemos no darnos cuenta. Incluso, convivimos con ella, pero ante una denuncia periodística todos nos santiguamos.

En materia de evasión de impuestos y de lavado de dineros, de oscura procedencia, tenemos que los más ricos acuden a los Paraísos Fiscales en el exterior,  los medianos a las empresas ficticias de gran calado en nuestra sociedad y los más pobres al testaferrato de familiares, amigos o inocentes conocidos, o de quienes lo único que se conoce es el número de cédula.

En Colombia son populares los bufetes de abogados dedicados a crear y vender empresas para propiciar la evasión de impuestos. Hubo, en años pasados, un prestigioso abogado, que dictaba cátedra de honestidad  en sus clases universitarias y en las conferencias públicas, que tenía en “cabeza” de su mensajero, representante legal, cientos de empresas de papel.

En fin, tocará decir que la doble moral es “connatural” al ser humano.

ANTES DEL FIN

Como decía, el inolvidable hombre de radio, el uruguayo,  Hebert Castro – El Coloso del Humor: “Se les dijo, se les advirtió, se les recomendó; pero no hicieron caso, se pasaron la advertencia por la faja” y Medellín dejó de ser la “Ciudad de la Eterna Primavera”. El grado de contaminación del aire es tan alto que ya no se ven las, antes, verdes montañas y muchos menos el inmenso cielo azul. Nuestra misión: tratar de resarcir el daño causado, protegiendo los restos del medio ambiente que teníamos.