Abrió primer Centro de Empleo inclusivo en el Eje Cafetero
“Antes las personas con discapacidad estábamos en un encierro, donde hasta las familias decían pobrecita es que no puede salir, no puede tener espacios; ahora estamos trabajando y ya estamos logrando que la sociedad sea cada día más incluyente”.
Las anteriores fueron las palabras de Lina María Orozco Rey, una joven con discapacidad de baja visual y que hoy se beneficia con el primer Centro de Empleo en Risaralda y el Eje Cafetero con atención especializada para personas con discapacidad, que abrió sus puertas el día de ayer.
Ella cuenta hoy con esta alternativa para la consecución de trabajo, liderada por el Servicio Público de Empleo a través de la Caja de Compensación Familiar Comfamiliar, resaltó que las personas en su situación viven una lucha permanente por demostrar que son útiles y productivos para la sociedad.
“Esto es una lucha de las personas con discapacidad para romper el tabú que nosotros no podemosacceder a al mercado laboral”.
Bajo la premisa del empleo inclusivo, la población en condición de discapacidad y en edad productiva, cuenta ahora con un espacio físico, con tecnología apropiada y recurso humano e infraestructura para garantizar el acceso a la oferta laboral.
Por su parte, Claudia Camacho Corzo, directora del centro destacó que la entidad tiene un compromiso de cerrar las brechas y crear una ruta diferencial desde su estructura, pues se cuenta con dinamizadores que tienen algún tipo de discapacidad, personal capacitado en lengua de señas en un nivel básico y los espacios con rampas de accesibilidad, mapa táctil, señalética, jaws o lector de pantalla para ciegos, entre otras herramientas tecnológicas y de infraestructura que garanticen la funcionabilidad del centro.
Sandra Álvarez, coordinadora del programa Pacto por la Productividad de la Fundación Corona, explicó que los empresarios al tener la información, reciben un acompañamiento y cambian sus paradigmas respecto a lo que significa tener un empleado con alguna discapacidad, atienden y entienden.
“Es vital cuando los empresarios entienden que no se trata de enfermos, si no de gente con una condición específica; en gran parte de los casos se ha visto que la persona es más productiva, pues al ser mínimas sus opciones, no desaprovecha la oportunidad que le brindan”, resaltó Álvarez.
LA TARDE, PEREIRA