«El fútbol no es sofisma para los grandes males que flagelan a Colombia»: Nicolás Samper
ENTREVISTAS PANTALLA & DIAL
Por Édgard Hozzman
Londonderry New Hampshire III-8-016
Ser una persona agradecida con quienes le han ayudado y orientado es la virtud que distingue a Nicolás Samper, periodista polifacético que poco a poco se ha ganado la admiración de sus oyentes y compañeros.
Antonio Casale se apuntó un hit al haberle dado la oportunidad a Nicolás, quien en un breve lapso ha llegado a las ligas mayores. Compartir trabajo con figuras de la talla de Jaime Sánchez Cristo, Antonio José Caballero, Juan Guillermo Ríos, entre otros, le dieron una suficiente experiencia que redunda en un resultado de sintonía.
Nicolás es un comunicador que tiene muy en claro, dónde no puede ser buen actor. Es un excelente escucha alimentando su vocación periodística de quienes han recorrido exitosamente este noble oficio.
Dueño de una cálida y bien entonada voz, modera con propiedad los programas deportivos en los que participa y “Los originales”, espacio que es la gran alternativa vespertina a través de La FM. Magazín informal en el la irreverencia está a la orden del día. Nicolás, con personalidad ha logrado no pasar desapercibido para la audiencia interpretando muy bien su rol de personaje contradictorio, jugando a ser el malo y bufón del programa, el que inspira en la audiencia sentimientos encontrados.
RCN Radio tiene en Nicolás Samper una buena inversión para el cambio generacional. Nicolás es un profesional, ético, responsable, talentoso, sin el síndrome del estrellato.
–¿Cómo llegó al periodismo deportivo?
–Mis primeros pasos los di en las redes sociales por mi cuenta, escribiendo de música y deportes: mis dos pasiones. En el 2001 Jairo Patiño, hoy jefe de emisiones del noticiero RCN del fin de semana me dio la oportunidad de escribir en “Tiempos del Mundo” – The Washington Times.
Adolfo Zableh, hoy columnista de El Tiempo, me recomendó en el 2003 para trabajar con “Futbolred” como reportero, experiencia que me comprometió con el periodismo deportivo.
–¿Quién descubrió su devoción de comunicador?
–Hijo de un biólogo marino y una bacterióloga, genéticamente era difícil; sin embargo, en mi hogar la lectura y la investigación eran fundamentales. Esta disciplina despertó en mí, el interés por el periodismo y las comunicaciones, desde que tengo uso de razón sabía que lo mío era el periodismo.
–¿Dónde estudió periodismo?
–En la Universidad Jorge Tadeo Lozano. Me gradué en el 2001.
–¿Quién le dio la primera oportunidad?
–En 1997 busqué y logré la oportunidad de hacer mis pasantías en el noticiero de RCN y cursaba quinto semestre. Hacer mis prácticas al lado de maestros del periodismo de la talla de Juan Gossaín y su equipo fue una experiencia que me orientó y estructuró. Hoy le doy gracias a Indalecio Castellanos, fue quien me dio la primera oportunidad como reportero radial.
–¿Cómo recuerda su experiencia trabajando al lado de Juan Guillermo Ríos?
–A Juan lo conocí por su hijo, Andrés. Un día me invitó para que le colaborara, en el Noticiero que él dirigía y conducía en la Emisora de la Policía Nacional, redactando, presentado y comentando las notas de música, deportes, cine y libros. Trabajar con Juan Guillermo me sirvió mucho. Siempre me estaba fogueando y orientando sin ningún egoísmo. Excelente ser humano y gran profesional.
–¿Cómo recuerda a Antonio José Caballero?
–Un ser excepcional. Lo conocí cuando hacía mis prácticas en RCN, más tarde compartí micrófono con él en “La jugada”, programa en el que nos divertíamos mamándole gallo a la vida. Para mí fue un maestro, no perdía la oportunidad de escucharle sus vivencias y experiencias periodísticas, fueron muchos los almuerzos en los que con sus historias aprendí más que en las aulas de la Universidad. Cuando se enfermó, no bajó la guardia, continuó trabajando con el mismo entusiasmo, el día anterior a su partida me pidió que lo llevara a su casa pues se sentía muy débil.
–¿Cuál es su modelo como periodista?
–Santiago Segurala y Ezequiel Fernández Moores, periodistas a quienes identifican con los deportes, sin embargo son comunicadores integrales respetados por su bagaje cultural lo que les da autonomía para hablar con autoridad de cultura, política, música y arte. Este es el periodismo que me gusta, dinámico, polifacético.
–¿Quién lo llevó a RCN? ¿Recuerda cómo llegó a la radio? ¿Quién creyó en usted?
–Antonio Casale, quien indagando por internet conoció un proyecto que intentábamos con Federico Arango, hoy sub director de El Tiempo y yo, “Bestiario del balón”, en el que resaltábamos la labor de los segundos de los futbolistas. Antonio le llamó la atención esta locura y me invitó a su programa de televisión, en el que hablamos de generalidades, la tercera vez que coincidimos me comentó que en RCN podría trabajar y de una, sin pensarlo dos veces le acepté la invitación. Lo que me sorprendió fue que sin conocerme hubiera confiado en mí, gracias Antonio.
–¿Periodista, locutor o animador?
–Periodista
–¿Cuál es la primera emisora que recuerda haber escuchado?
–En mi casa se oía a Gossaín, yo, 88.9 y Stereo 1-95 FM. Estas frecuencias las escuchaba con mi amigo y colega, Andrés Ospina.
–¿Un compositor colombiano?
–Jorge Velosa, compositor que tiene la capacidad de crear y escribir temas divertidos, sanos y profundos.
–¿A qué músico admira? ¿Por qué?
–Los virtuosos del rock me encantan y admiro: Jimmy Page, Robert Plant, Eric Burdon, Eric Clapton, Los Stones… son músicos que en cada nota, compás y acorde le imprimen la magia y el encanto que los hacen maestros, sus obras serán escuchadas y admiradas por muchas generaciones y siglos.
–¿Cuál fue su modelo en la radio?
–Son muchos profesionales que he oído, sería injusto nombrar a uno puntual y muy aburrido nombrar a muchos. Podría quedar como un lambón.
–¿Cómo llegó a «Los Originales»?
–Karl Troller había salido de «Los originales» y estaban buscando su reemplazo. Orlando Rivera, productor del programa me recomendó, tengo entendido que Jorge Roa también en RCN sugirió mi nombre como una posible alternativa. El casting que debía hacer no lo presenté por un viaje y a mi regreso lo presenté. En ese tiempo estaban María Clara Torres y Claudia Bahamón y faltaba el remplazo de Karl en la mesa. Yo hice la prueba, la verdad pensé que no tenía chance, para mi sorpresa Jaime Sánchez me llamó desde Nueva York para a decirme que si me interesaba hacer parte del elenco de “Los Originales”. Acepté encantado este reto.
–¿Sabe que es la ACL?
–¿La apócope de las pilas alcalina? Mentira, claro, la Asociación Colombiana de Locutores, por supuesto.
–¿Le gustaría leer noticias o ser maestro de ceremonias?
–No me veo como maestro de ceremonias. Leer noticias, quién sabe. Tendría que acabar con la esclavitud del telepronter. La verdad uno jamás sabrá qué clase de giros da la vida.
–¿Las redes sociales acabaron con el síndrome de la chiva?
–Creo que sí, aunque no hay que fiarse de ellas. Bien lo dice Germán Castro Caycedo: «lo mejor del periodismo no es contarlo primero, sino contarlo bien».
–¿Eva Rey es un pecado original o especulativo?
–Lo que pasa es que la buena de Evita ya tiene su Adán.
–¿»Los Originales «son morbosos o irreverentes?
–Tiene más irreverencia.
–¿La chabacanería y el morbo son ingredientes esenciales para lograr sintonía?
–Usted plantea algo muy interesante: en programas como “Los Originales” es más importante el «cómo» que el «qué». Hay historias pero lo que determina todo es cómo se cuentan. Yo hablo mucho de la muerte en el programa y procuro ser respetuoso pero también real porque si hay algo que todos tenemos en común es eso: la fecha de vencimiento. A todos nos va a llegar, pero nadie sabe cómo. Y ese es uno de los miedos más recurrentes del humano; no el «qué», que en este caso es morir; es el «cómo», que es la manera de irse de acá.
–¿Qué le hace más daño a Colombia la guerrilla o la corruptela política?
–Guerrilla y corruptela, le han hecho mucho daño al país. Lo que hace que la corruptela política sea más odiosa, es porque operan desde el supuesto escudo del establecimiento, la legalidad y el respeto al orden institucional. Eso hace que gane por una nariz la asquienta corruptela política.
–¿Santos busca la paz o el Nobel?
–La ambición de ir por el pan y el queso puede dejarlo en blanco para las dos categorías.
–¿Tiene futuro la radio?
–La radio nunca la silenciaran. Se transformará el modelo. En Los Estados Unidos se está modificando a sus necesidades con canales originales, con nichos más segmentados. Creo que va para allá nuestra radio.
–¿Las redes sociales, está silenciando la radios?
–No. A veces se sobrevaloran las redes sociales. Son muy importantes, pero la radio y los medios tradicionales en general, tienen que adaptarse a las nuevas alternativas y tendencias de comunicación para convivir en sana competencia.
–¿Su generación está haciendo un periodismo ético y objetivo?
–No sé si objetivo porque es difícil pretender eso. Habría que tener los ojos de un mosco para poder ver todos los ángulos. Es el dilema de la inexistencia de la objetividad en el periodismo. Como decía Jaime Garzón: «objetiva, la lluvia». Ahí está y esa es sin necesidad de interpretaciones diferentes. Quienes estamos comprometidos con el periodismo hoy, no ahorramos esfuerzos por hacer una labor objetiva, no nos interesa marcar agenda a costa de la agresión y o la verborragia.
–¿Cuál es su playlist, cinco temas?
–“Travelling riverside blues”-Led Zeppelin = “Can´t you hear me knockin´»-Rolling Stones =“Vission of Rassan”- Eric Burdon & War =“Fanky”-Charlie García =“Too high”-Stevie Wonder (y se quedan por fuera un jurgo más)
–¿Cree en los delfines políticos?
–No. Ni aunque sean hijos de Flipper.
–¿A quién escucha, a quién lee, a quién ve, cómo se informa?
–Oigo todas las emisoras de Colombia, para mi copiloto y pasajeros es detestable e incómodo soportar mi zapping en un trancón. Tengo un radio portátil un Aiwa viejo, que me lleva del AM al FM sin parar. Leo todas las mañanas muy temprano los diarios que más puedo, El País de España, le echo un ojo a Clarín y a La Nación de Argentina. Leo a Daniel Coronell, a Adolfo Zableh, a Antonio Caballero…
–¿Hay lealtad en el periodismo actual?
–Como en cualquier profesión hay gente buena y mala. Digo mala, no en capacidades, sino en intenciones. Sin egos tan pronunciados creo que la lealtad se daría más natural.
–¿A qué estrato está proyectado su labor periodística?
–El periodismo no se debe estratificar. Mis contenidos están disponibles, para todos los estratos, gustos y edades, LA FM, RCN Radio, Polímetro, Esquire, Claro Sports.
–¿Qué es LP?
–Es una Loca Pasión, un espacio, para el fútbol y los amantes de esta disciplina deportiva. Hablamos con un lenguaje directo, sin posar de estadígrafos, o ser la última palabra, comentamos el fútbol para que lo entiendan los abuelos y los niños, pasando por sus padres.
–¿El fútbol es un sofisma para los grandes males que flagelan a Colombia?
–Los grandes males de Colombia son el sofisma que la flagelan y que no nos permite disfrutar de este bello país tierra, de nadie.
–¿Qué le ha aprendido a Jaime Sánchez C?
–Jaime ha sido un maestro su bagaje cultural es sorprendente. No pierdo la oportunidad de hablar con él. Es un profesional de las comunicaciones, que conoce la Radio y la Televisión de la A, a la Z. Me sorprende su generosidad al compartir conmigo tanta experiencia y anécdotas a su lado he aprendido mucho, además es un interlocutor cálido y amable, es una institución.
–¿Usted conocerá el metro de Bogotá?
–Me conformaré con un viaje a Marte o con haber visto el principio y la agonía de Transmilenio, el metro es una lejana y remota fantasía.
–¿Las Universidades están estructurando periodistas, objetivos y éticos?
–En la educación y en el modelo alrededor de las facultades de comunicación hay un grave problema, un alto porcentaje de docentes no tiene experiencia en medios, ni está vinculado con estos. La academia no remunera bien a los profesionales que debería estar dictando cátedra gracias a su experiencia, sapiencia y ética. Debería hacerse un replanteamiento sobre lo que ocurre en las facultades y por qué los estudiantes, en un alto porcentaje salen tan mal preparados. Pero eso no es toda culpa de la universidad. El colegio y la casa pueden conspirar o colaborar en que esto ocurra.
–¿Cuál es la raíz de todos los males que flagelan a Colombia?
–Yo sé lo que usted y todo el mundo sabe, la corruptela.
–¿Recuerda cuándo dijo me voy a dedicar al periodismo?
–Tenía 7 años y con mi amigo Andrés Ospina publicamos un diario paralelo al del colegio. Fue ahí cuando me di cuenta que este era mi futuro.
–¿Un momento inolvidable?
El día que liberaron a un ingeniero de petróleos que había sido secuestrado por la guerrilla. Cuando un periodista le preguntó ¿cómo se distraía y soportaba el triste y tedioso cautiverio? respondió, escuchando el programa “En la jugada”. Para mí fue una amable sorpresa saber que sin saberlo, estábamos llevando una voz de aliento a personas que la necesitaban.
–¿Cuál sería el elenco ideal en su mesa de trabajo?
–Creo que más que saber cuál sería mi equipo ideal, tengo clarísimo con quienes nunca trabajaría. Pero, mi querido Edgard, eso me toca guardármelo (jajaja).