Desde Cuba
HERNANDO ARANGO MONEDERO
A raíz de la visita del presidente de Estados Unidos a Cuba, se ha levantado una verdadera polvareda. De una parte, los que han interpretado la visita de Obama como una aceptación de que en Cuba las cosas en términos de derechos humanos van bien, y la visita está refrendando lo que en la Isla se está dando como respuesta al cambio habido en la posición de los Estados Unidos frente al régimen cubano. Quienes así piensan, encuentran esta actitud como una derrota a lo que por más de 50 años ha sido la posición de USA frente al despótico régimen dictatorial de los Castro. En ese sentido, las manifestaciones de los refugiados cubanos en el país del norte, a las que se agregan otras de parte de demócratas y algunos republicanos, así lo ratifican.
A tal punto han llegado las cosas que, para suavizar lo que los opositores de esta visita piensan, la gira del presidente se alargó a Argentina, con lo que se busca nivelar lo que para algunos es claudicación ante Cuba, pues, llegar al país del sur, en donde se acaba de instalar un gobierno pluralista con Macri, ya no de corte socialista, tendrá ese significado.
El viaje ha puesto también en guardia a quienes encuentran que en la Isla hay una gran persecución política y quien quiera que se manifieste contra el régimen va a parar a la cárcel. De eso parece no caber duda alguna y el ejemplo más reciente es la forma en la que la policía arresta a las denominadas “Damas de Blanco”, quienes regularmente salen a la calle a clamar por la liberación de esposos e hijos que han sido detenidos por pensar y expresar su inconformidad con la dictadura en Cuba. Estas mujeres sólo marchan y ello es suficiente para que se obre en contra de ellas. Pienso que esa actividad no las lleva a la cárcel propiamente dicha, pero la aprehensión por la policía y el disolver su manifestación a veces con golpes, ya está en el orden de coartar el derecho que tienen a manifestar opiniones.
Lo que frente a estas mujeres se hace en Cuba, generalmente no conlleva a derramamiento de sangre por efecto del uso de bolillos, balas de goma y adminículos similares por parte de la policía ya que éstas señoras no lanzan piedras ni papas bomba o cosas que son comunes entre nosotros cuando de expresiones similares se trata, ocasiones que son aprovechadas por los expertos en hacer desórdenes. Pues bien, algunos ponen de ejemplo el comportamiento de la policía cubana y la de nuestro país. Desde luego que olvidan que acá el uso de piedras, papas bombas y el desorden, lleva al uso de la fuerza, fuerza que a veces resulta afectando a algunos que meten la nariz en el momento indebido y a quienes participan activamente en el desorden. Recordar también que, en Cuba, toda expresión que sobrepase mínimos límites lleva a sanciones drásticas, generalmente castigadas con cárcel, y hasta con cadena perpetua, cuando no muerte, dados los delitos que a tales expresiones se le agregan, lo que es común en los regímenes totalitarios. Bástenos mirar lo que en Venezuela también se da, y en el ejemplo de Leopoldo López lo tenemos claro. A algunos no les resulta raro observar que en la Habana no aparecen los llamados grafitis “artísticos” con que son “adornadas” las fachadas en nuestras ciudades, grafitos que reafirman la presencia de los vándalos en las manifestaciones, vándalos que allá llevan peor suerte que entre nosotros.
De todas maneras, la presencia de Obama en Cuba es un mensaje a los cubanos residentes en la Isla, quienes entenderán que el enemigo que les han creado en los 50 y más años de revolución, no es lo que les pintaron. Que ese enemigo, por las palabras de los Castro, es un mal necesario para su desarrollo y bienestar, razón por la que hoy se busca el acercamiento. Que ese enemigo no ha sido más que una figura mediante la cual el régimen totalitario usa para mantener el fervor de las masas, Que ese enemigo, llamado “imperio”, se construye sobre cualquiera que pueda ser fácilmente identificable por el pueblo y que bien pueden ser los Estados Unidos, o cualquiera otro que en las cercanías esté. Lo vemos en el régimen venezolano al que, acabándosele el enemigo común con la Isla, ahora busca en España y Colombia el reemplazo para, en ellos, azuzar al pueblo del hermano país.
Acabado el fantasma del norte, debemos prepararnos para las arremetidas del vecino, el señor Maduro. Ahora, conjuntamente con España, estamos en el nivel máximo de enemigos externos, y así seremos tratados, puesto que somos indispensables para que el régimen de Maduro y Diosdado tenga enemigo externo y continúen con el juego, y agregados estos al enemigo interno que ahora ya les es mayoría en la Asamblea, sean los elementos indispensables para engrupir incautos y mantenerse en el poder un poco más allá de lo que permite la quiebra de su rico país.
Manizales, marzo 30 de 2016.