El “Halcón Negro” salvó la vida de niña mordida por una Mapaná
TURBO, 08 de noviembre de 2015. Luego de una agotadora jornada en busca de unos peligrosos delincuentes, los hombres del Escuadrón Móvil de Carabineros 31-2 de la Policía Nacional se aprestaban a descansar en pleno monte, en la vereda Toribio Florida, en zona rural de Turbo, en el Urabá antioqueño.
Eran las 7 de la noche. La oscuridad lo dominaba todo.
De un momento a otro, entre las tinieblas, una pequeña luz y la voz de un campesino angustiando se acercaron a pasos agigantados. Clamaba ayuda para una niña que acababa de ser mordida por una serpiente Mapaná, de la variedad rabo biche, una de las más venenosas del mundo y que ya había cobrado varias vidas en esta tierra donde la luz eléctrica brilla por su ausencia y donde el centro de salud más cercano queda a tres horas de distancia a caballo, en el corregimiento Alto de Mulatos.
Seis de los policías, que hacía tres días habían llegado de Risaralda para apoyar una operación de alto valor, recorrieron rápidamente unos 300 metros hasta llegar al rancho donde la niña, de unos 11 años, comenzaba a convulsionar. Hicieron llamadas de emergencia intentando conseguir el suero antiofídico, pero no había nada qué hacer. La única solución, aparentemente, era montar a la niña en un caballo y emprender la marcha por el mismo camino donde otros lugareños atacados por la misma culebra murieron. En medio del desespero, un policía propuso utilizar un helicóptero de los que la Policía Nacional había trasladado hasta Turbo para apoyar la gran operación. Con el apoyo de los ciudadanos se adaptó un improvisado helipuerto y allí se posó un moderno Black Hawk, el «Halcón Negro», una de las máquinas de guerra más poderosas del mundo, capaz de operar en medio de la oscuridad.
La aeronave regresó a su base llevando consigo a la pequeña y, gracias a la rapidez de la operación helicoportada, en el hospital de la Policía de la zona estabilizaron la niña y su vida quedó a salvo.