29 de marzo de 2024

Emerge arquitectura sostenible en zona rural de Chinchiná

9 de noviembre de 2015
9 de noviembre de 2015

arquitectura sostenible en zona rural de chinchina

MANIZALES, 09 de noviembre de 2015. La demolición de la capilla de la vereda El Trébol, en Chinchiná, dio pie al inicio de un proyecto que hoy cuenta con el visto bueno de la curia y de la comunidad.

La vereda, ubicada a 30 kilómetros del casco urbano del municipio caldense, presenta una meseta donde se erigía la antigua capilla, que por su estado de deterioro, fue demolida hace año y medio.

Justamente ahí dos estudiantes de último semestre del programa de Arquitectura de la Universidad Nacional de Colombia Sede Manizales visualizaron la propuesta de construir un nuevo templo acompañado de una plaza y un mirador.

“La búsqueda de una solución universal nos llevó a proyectar una edificación que no busca protagonismo en el lugar, sino por el contrario, realzar el maravilloso entorno natural allí preexistente, incluido dentro del Paisaje Cultural Cafetero (PCC)”, aseguró Mateo Uribe Vargas, autor del proyecto junto con Miguel Botero.

El lote, de aproximadamente 1.000 metros cuadrados, ofrece un descenso donde se planteó la construcción de la nueva capilla, mientras que en la parte superior (meseta) quedaría el mirador y la plaza.

La investigación surgió en el Taller de Arquitectura Sustentable y se consolidó en estos últimos tres semestres, al punto que fue elegida como la mejor entre todas las que se presentaron (también hubo de Medellín y Bogotá) en la reciente versión del Salón de Octubre, celebrado en Manizales.

Ejes en construcción

La iniciativa contempla tres ejes: social, económico y ecológico. El primero se consolida en la necesidad de dotar de un complejo arquitectónico a los cerca de 250 habitantes, además de poblaciones vecinas como La Estrella, La Floresta y La Ínsula, que podrán beneficiarse.

Asimismo, en cuanto a lo económico, el proyecto, que aún está en fase de cálculos de costos, requeriría de una inversión estimada en 400 millones de pesos. “Este es un proyecto de impacto que convocará a muchos turistas. Solo este año, citando lo que nos dijo nuestro asesor, el profesor Gilberto Flórez, el Eje Cafetero fue visitado por cerca de 400 mil personas”, detalló Miguel Botero.

Desde lo ecológico, la propuesta contempla el uso de materiales de la región, como la guadua y el eucalipto, acogiéndose a la tradición local.

“Es una zona con tradición en cultivo y secado de la guadua, utilizada por más de un siglo en la construcción, especialmente en el sector de la industria cafetera”, sostuvo Mateo Uribe.

La propuesta fue presentada ante el arzobispo de la ciudad, Gonzalo Restrepo Restrepo. “Finalmente la curia es la encargada de la gestión de los recursos, porque los diseños ya están y tal vez, a través del programa de Extensión Solidaria de la U.N., se podría contar con apoyo técnico”, puntualizó el estudiante Uribe.

(Por: Fin/IJR/MLA/AV)
Agencia de Noticias U Nacional Manizale