28 de marzo de 2024

Concluye con éxito IV convención internacional de mujeres cafeteras

18 de octubre de 2015
18 de octubre de 2015

BOGOTA, 18 de Octubre_ RAM_  Con la asistencia de representantes de 30 países, concluyó este viernes con éxito la IV Convención de la Alianza Internacional de Mujeres en Café (IWCA), que se llevó a cabo en el marco de la VIII edición de la Feria Internacional de Cafés Especiales, ExpoEspeciales Café de Colombia 2015.

“Esta IV Convención fue un éxito”, resumió la costarricense Grace Mena, presidenta de la Convención. “Queremos trabajar fuerte con el capítulo Colombia, porque el trabajo que ha hecho es importantes y el rol de Federación es clave”.

“Y el mensaje del Gerente General de la Federación (Roberto Vélez) sobre la importancia del papel de la mujer en la caficultura ayuda mucho, porque había representantes de otros países, de otras instituciones, y nos ayuda a empoderar a las mujeres”, añadió Mena.

Ponentes de talla internacional como Robério Oliveira, director ejecutivo de la Organización Internacional del Café (OIC); Ric Rhinehart, director ejecutivo de la Asociación de Cafés Especiales de Estados Unidos (SCAA), y Aicha Pouye, directora de la División de Negocios y Relaciones Internacionales del Centro Internacional de Comercio (ITC), entre otros, expusieron temas relevantes para la industria desde una perspectiva de género.

Los retos y oportunidades para los cafés producidos por mujeres en los mercados asiáticos, europeos y americanos, panoramas sobre la industria global, el impacto de los cafés producidos por mujeres en el desarrollo de sus comunidades y el papel de la mujer en la cadena de valor del café fueron algunos de los temas abordados en este importante foro, que contribuye a visibilizar y fortalecer el papel de la mujer en la industria global del café, de la semilla a la taza.

La creciente demanda de café en diferentes mercados, con un mayor dinamismo de cafés especiales y preparaciones diferenciadas en marcados tradicionales como Estados Unidos, Canadá, Europa o Japón, así como el crecimiento del consumo interno en países productores como Colombia y en mercados emergentes como China, Rusia y Corea del Sur son una buena noticia para todos los productores.

“Subrayaría la necesidad fundamental de construir un modelo de caficultura a nivel mundial que realmente genere desarrollo para las regiones productoras”, dijo, a manera de conclusión, Ana María Lleras, coordinadora del Programa de Mujeres Cafeteras de la FNC y co-organizadora de la IV Convención.

“Llamamos la atención sobre la necesidad de un desarrollo humano sostenible, algo en lo que ha venido trabajando la FNC. La producción en su gran mayoría está en manos de pequeños productores. Las mujeres son unas aliadas estratégicas, sí están encontrando en la caficultura un ingreso, pero quieren más: apoyo, programas, educación, empoderamiento, todas las posibilidades que un sector les pueda brindar”, añadió.

La sostenibilidad entendida desde una perspectiva más amplia, no limitándose a los sellos de certificación y/o verificación, sino ampliándola al desempeño del productor más que al cumplimiento de determinados criterios, y la importancia de la asociatividad para acceder a más y mejores mercados fueron otros aspectos expuestos en las conferencias.

 

La equidad de género como factor clave de la sostenibilidad

 

Otro tema en el que coincidieron expertas de diferentes países es que la equidad de género, más allá del discurso tradicional, es un factor clave para la sostenibilidad misma de la caficultura.

El viernes Lleras participó en una mesa sobre género junto con Kimberly Easson, directora de alianzas estratégicas del Instituto de Calidad del Café (CQI, las siglas en inglés); Penelope Hurndell, ejecutiva senior del Centro Internacional de Comercio (ITC), y Catherine Murphy, directora-país de la ONG Café África Tanzania, que cuenta con el apoyo del ITC.

Lleras recordó que desde su creación hace 9 años el Programa Mujeres Cafeteras de la FNC ha venido trabajando en el cambio de paradigmas y mitos tradicionalmente asociados a lo masculino en busca de la sostenibilidad. “Estos mitos son barreras, y la sostenibilidad nos pone el reto de derribarlas, lo que posibilita acciones coherentes entre diferentes grupos: productores, cooperativas, grupos asociativos, comités, clientes, consumidores, etc.”, expuso.

“Desde la FNC trabajamos de tal forma que el enfoque de equidad de género no sólo hable de lo que deseamos: igualdad de oportunidades, sino que se traduzca en acciones articuladas que aporten al desarrollo sostenible de todo un país”, resumió Lleras.

Easson expuso los resultados de un estudio, que incluyó revisión de literatura existente y talleres, en Cauca, Colombia; Uganda, Nicaragua e Indonesia, sobre equidad de género en el sector cafetero, siendo las mujeres, refirió, en quienes recae buena parte del trabajo y quienes reinvierten 90% del dinero que cae en sus manos en necesidades del hogar, a diferencia del 40% en el caso de los hombres, según el estudio.

El ICQ formuló una serie de recomendaciones, que incluyen aumentar la participación de la mujer en capacitaciones y que la industria sea cada vez más sensible al tema de género; lograr mayor balance en posiciones de liderazgo y apoyar la toma de decisiones conjuntas a nivel doméstico y de la finca, pues está demostrado que ellas son muy responsables en lo que tiene que ver con el manejo del café.

“La equidad de género es una base para un futuro cafetero sostenible (…), es un nivel estratégico para todo lo que queramos lograr en ese sentido: café de calidad, suministro confiable, familias y comunidades cafeteras saludables, y una industria vibrante para las generaciones futuras”, dijo Easson.

Hurndell expuso el trabajo del ITC en países africanos y formas de derribar barreras para facilitar el trabajo asociativo de las mujeres, como contar con una dirección de email, una cuenta bancaria, un secretariado dedicado a la asociación (alguien que tenga el tiempo y preparación), contar con herramientas básicas como un computador, acceso a internet, una pequeña oficina, algo de recursos y buscar aliados, donantes o socios. “Las estrategias son claves, pero son las pequeñas cosas las que te hacen tropezar”, anotó.

Murphy, por su parte, explicó el trabajo que su organización lleva a cabo con el apoyo del ITC en Tanzania, país cuyas zonas cafeteras están muy dispersas en la periferia del territorio nacional y con diferencias culturales, lo que impone retos particulares para articular a las mujeres cafeteras.

El mapeo y caracterización de las zonas y comunidades cafeteras, así como la búsqueda de alianzas público-privadas y la identificación de actores claves y redes potenciales son algunas acciones que les pueden ayudar a articular esfuerzos y escalar en la cadena de valor, refirió.