28 de marzo de 2024

Genera polémica ley de las herencias ecuatorianas

10 de junio de 2015
10 de junio de 2015

el campanario

El presidente de la vecina república del Ecuador, Rafael Correa, alborotó el cotarro al propiciar la expedición de una ley en la que le mete la mano a los bolsillos de los herederos.

La oposición a este engendro legislativo la encabeza el parlamentario Andrés Páez, quien sostiene que “Ley de herencias es un robo disfrazado de impuesto”, aunque se le llame demagógicamente “proyecto de Ley Orgánica para la Justicia Tributaria para la Redistribución de la Riqueza”.

Colombianos radicados en territorio ecuatoriano le envían a El Campanario la más reciente intervención del asambleísta Páez, quien rechaza que se pretenda “meter la mano” al “patrimonio” familiar de los ecuatorianos.

Una entrevista con Andrés Páez

El Diario (ED): ¿Por qué su rechazo al proyecto de Ley de las Herencias?

Andrés Páez (AP): Porque cuando uno tiene un patrimonio uno va pagando impuestos sobre el patrimonio, por eso hay un impuesto a la renta, al valor agregado, a la salida de capitales y de ahí tenemos otro tipo de impuestos los prediales, tenemos la contribución especial de mejoras, además se paga tasa de seguridad, entre otros. A los ciudadanos nada nos sale gratis, el patrimonio tiene gravámenes permanentes.

ED: ¿Qué opina de la tabla de porcentajes establecida por el Gobierno?

AP: Resulta que ahora va hasta el 77,5 % de la herencia; es decir, aparte de todos los tributos que pagamos ahora quieren ponerle un doble tributo, pero además que no es un tributo es una confiscación, esta reforma entraña un robo disfrazado de impuesto y no lo podemos tolerar, no podemos permitir que así sea.

La gente debe entender que todos los años está pagando impuestos a su patrimonio, pero que ahora le quieren poner otro gravamen para que sus hijos no puedan disfrutar del patrimonio que uno hace con tanto esfuerzo.

ED: El Gobierno asegura que el impuesto no afectará a la clase media, ni a los pobres ¿Cree usted que es así?

AP: Parece que algunos economistas se saltaron la clase de matemática elemental porque resulta que la clase media tiene mucho más de 35.400 dólares, porque además es una clase media que se ha ido superando y progresando, ya que en ocho años ha habido tanto dinero que eso ha permitido que la clase media vaya mejorando sus condiciones de vida. Aquí en Ecuador a la clase media no le perdonan ningún tributo. Al contrario, son once reformas tributarias; esta es la décimo segunda, este es el gobierno más impuestero y además tiene una apreciación muy equivocada, la clase media tiene mucho más del triple de esos 35.400 que se plantean

ED: El Gobierno también hizo el anuncio del impuesto a la plusvalía ¿Es necesario?

AP: En su informe semanal Correa dijo que hay una plusvalía ilegítima, lo cual es una barbaridad. La plusvalía no solo viene de las obras públicas; un bordillo y una mejor calle mejora el precio de mi propiedad, pero lo que mejora el precio es la inversión que yo hago en mi casa y que construyo con mi capital, eso es lo que hace crecer mi patrimonio. Cuando nos hacen la obra pública pagamos varias contribuciones y eso hay que recordarle a la gente. Si me hacen una calle claro que hay que pagar, pero la gran pregunta que Correa no ha respondido es ¿con la plata de quién se hace la calle? Con la plata de todos porque todos contribuimos al Estado con impuestos.

ED: Usted menciona que Patricio Pazmiño no debe ir a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, ¿por qué?

AP: Porque se pretende dejar en la impunidad todas las violaciones a los derechos humanos como las de los “10 de Luluncoto”, de los estudiantes del Mejía, Mery Zamora, Cléver Jiménez, Fernando Villavicencio, Fernando Balda, policías y militares como el coronel Carrión, Patricio Haro, Rolando Tapia, Mario Pazmiño. Perseguidos como Pablo Guerrero, Emilio Palacio y otras víctimas de agresión, allanamientos, confiscaciones, entre tantas otras violaciones que le llevarán a Rafael Correa al banquillo de los acusados en las cortes de la justicia internacional.

Fue Pazmiño quien le hizo juego al régimen y sacramentó la “Ley Mordaza” o Ley Orgánica de Comunicación, que califica a la información como servicio público y que desde su puesta en práctica ha sido utilizada para multar medios de comunicación, censurar periodistas y llevarlos a la justicia cuando fuere necesario, conforme el diseño persecutorio del correísmo.