OTTO MORALES BENÍTEZ
A la edad de 95 años falleció en Bogotá el exministro caldense Otto Morales Benítez, figura preclara de esa generación que el expresidente Carlos Lleras Restrepo denominó del 47, que se asomó a la vida pública para dejar la impronta de su inteligencia y sus deseos de construir un país incluyente, con justicia social. La vida de este ilustre caldense que hablaba con orgullo de sus raíces, que vivió siempre en función de la palabra, que entregó lo mejor de su inteligencia a la interpretación de nuestra realidad histórica, fue una entrega constante a las causas de nuestra identidad cultural, personificando con orgullo nuestros valores.
Otto Morales Benítez ingresó a la vida pública cuando apenas terminaba sus estudios de derecho en la Ciudad de Popayán. Inició su carrera política como diputado a la Asamblea de Caldas. Pero pronto, debido al brillo de su inteligencia y su capacidad oratoria, llegó a la Cámara de Representantes, donde promovió importantes debates. Pasó luego al Senado de la República. Allí fue ponente de proyectos que beneficiaron al sector agrícola. Pero el paso definitivo para convertirse en figura nacional tuvo lugar cuando Alberto Lleras Camargo lo nombró Secretario General del Partido Liberal.
Cuando Lleras Camargo asumió como Presidente de la República lo nombró Ministro de Trabajo. Posteriormente pasó al Ministerio de Agricultura. En el primero dejó huella por haber presentado a estudio del congreso una reforma completa a la legislación laboral colombiana. Le correspondió firmar los decretos por medio de los cuales se estableció en los Seguros Sociales las pensiones de invalidez, vejez y muerte. En el Ministerio de Agricultura impulsó la Reforma Agraria. En esos años formó parte de la Comisión Investigadora de las causas de la violencia en Colombia. Le correspondió, igualmente, adelantar diálogos con los guerrilleros de los Llanos Orientales para la entrega de las armas.
La trascendencia de Otto Morales Benítez en el país fue fruto de su consagración al estudio. En 1948, apenas con 30 años de edad, se da a conocer como escritor al publicar el libro “Estudios críticos”, prologado por Luis Eduardo Nieto Caballero. Desde ese momento emprende una carrera como escritor que lo lleva a publicar más de 120 libros sobre temas diversos. Se consagra entonces como ensayista. Pero además como historiador. Sus temas van desde la crítica literaria hasta el ensayo sociológico. Investigador profundo, se especializó en un tema que llam´`o la atención de los estudiosos: el mestizaje en América latina.
Su prolífica obra ensayística, que es ya patrimonio nacional, lo coloca como una de las cifras mayores del ensayo en América latina. No en vano sobre su producción literaria se han escrito más de quince libros que desentrañan su pensamiento, que lo muestran como uno de los cultores más preclaros de este género literario, que analizan sus aportes al estudio del mestizaje en nuestro continente. Esta dedicación lo hizo merecedor de varios doctorados Honoris Causa, otorgados por importantes Universidades de diferentes países. Una de sus especialidades fue el derecho agrario.
Desde su primer libro publicado, «Estudios Críticos”, Otto Morales Benítez demostró no solo la solidez de su vocación literaria sino, sobre todo, su interés por estudiar el proceso creativo de nuestra región. Los ensayos que recogió en sus páginas eran una aproximación afortunada a aquellos escritores que en sus primeras lecturas lo habían impresionado por la belleza de su prosa. Su ensayo sobre Bernardo Arias Trujillo muestra al lector toda la desesperanza que había en el alma atormentada del autor de «Risaralda». Lo enseña en su exacta dimensión humana y creativa. Su segundo libro, «Testimonio de un pueblo», fue una reafirmación de su querencia por esta tierra que lo vio forjarse como una figura de talla nacional.
Otto Morales Benítez surgió de las montañas de Riosucio para gloria de Caldas. Su trasunto vital estuvo ligado a la vida misma del departamento. Fue el último sobreviviente de una generación que le dio presencia a nuestra tierra en el contexto nacional. Con Silvio Villegas, Fernando Londoño Londoño, Gilberto Alzate Avendaño y Hernán Jaramillo Ocampo, formó el grupo de caldenses con mayor figuración en la vida política de Colombia. Llegó a ser precandidato a la Presidencia de la República por el Partido Liberal. Pero se retiró por aduciendo “inaceptables condiciones para ser candidato”. Una de las grandes preocupaciones de este hijo mayor de Caldas fue el desarrollo cultural de su tierra