Felicidad, banquetiza y repentazos…

27 de abril de 2015

AFORISMOS LVI

Adoptar una postura simple ante el tema de la adopción, me parece que no deja de ser un aborto humanístico.
Cánticos de felicidad, para quien fuere su propia madre, la que viniere por él desde el más allá.
Así como todos hemos tenido nuestra propia génesis, recemos porque no nos toque un apocalipsis prestada.
A veces no todo depende del marrano, sino también de los otros ingredientes y de quien banquetiza.
A una aberración extraña, mezclada con una manía boba, no queda más de otra que pararles la escoba.
Cuando la cosa la vemos más que embarrada, no queda más de otra que encomendársela a Santa Librada.
Cuando no ponemos cuidado de cual sea el lado hacia dónde va el dado, tenemos que resignarnos con donde haya parado.
Si ya de cierta edad, quiere uno tomar agua salada con azúcar y miel, el todo es que ésto no afecte el carriel.
Espero arrepentirme antes de que me arrepientan y hasta de pronto le echen mucha pimienta.
Por muy tramado que parezca, no es para nada acertijo y mucho menos adivinanza, lo que sopesa esta balanza.
De mi vida pública encontrarán una especie de Bienhechor anónimo, de la privada encontrarais una rúbrica de lo mismo.
Mis aforismos son repentazos repentinos, especie sutil de flechazos, totalmente inanodinos.
Un vegetariano esencialítico es quien no deja de ver en la carne, el montón de pasto que antes fue.
En términos de organismos mundiales, la Unasur no pasa de ser, un elefante inmaduro.

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