16 de mayo de 2025

“Magdaleneando en un territorio estratégico para la paz”

24 de noviembre de 2014

La cuenca alta del drenaje, en la alta cordillera, que sobresale por la historia de los caminos de arriería y del Cable Aéreo, por el lado caldense es la región del páramo, del cóndor y del pasillo, de la ruana de Marulanda y de la palma de cera; o también la tierra muisca, de guabinas y esmeraldas por el costado de Cundinamarca.

De otro lado, aparece la cuenca media de los drenajes, una región cafetera y panelera, de chivas y bahareque, de bosques y de producción forestal, y del bambuco y de la música de carrilera, que podría dar paso al Ferrocarril Cafetero.

Y finalmente, la cuenca baja del Magdalena Centro, con el río, sus meandros y la Charca de Guarinocito; una tierra de ranchos de hamacas, de la subienda y de los vapores por el río, o también de la Expedición Botánica y del bunde tolimense.

Problemática del territoriomagdaleaneando

Un territorio es un a construcción social e histórica, también un sujeto en cuanto las relaciones de los complejos sistemas social y natural, de donde surge la cultura, es de carácter dialéctico.

Siendo el oriente caldense y sureste antioqueño un territorio de cuencas excedentarias, en este escenario biodiverso y pluricultural prevalecen disrupciones en el paisaje, asociadas a un modelo de desarrollo ambientalmente insostenible. Urgen acciones de adaptación al calentamiento global, dada la mayor probabilidad de ocurrencia de eventos climáticos extremos, que pueden exacerbar  conflictos severos.

El potencial hidroenergético de Caldas, se estima en dos millones de Kw, ubicados fundamentalmente en el oriente del departamento, particularmente sobre los ríos Miel y Samaná, donde el recurso hídrico resulta excedentario.

Agroindustria y producción rural son dos actividades económicas diferentes, donde las condicionantes sociales y ambientales permiten advertir enfoques y desenfoques, cuyas contradicciones deben ser consideradas al implementar los POMA.

Más del 60% del PIB regional se concentra en las capitales cafeteras e Ibagué, por lo que los ingresos rurales que en Colombia son la sexta parte de los ingresos urbanos, explican índices de NBI cercanos al 30% en el MC.

El actual modelo educativo, que pensado para la sociedad industrial de ayer sigue priorizando física, matemáticas y lenguaje, resulta anacrónico y aburrido por no desarrollar el talento humano. Tenemos hoy una nueva sociedad: la del conocimiento, en la cual la estructura del empleo ha cambiado: antes que depender de habilidades manuales y fuerza muscular, dependerá de competencias intelectuales y sociales.

Aunque el Estado Solidario se ha desmontado, el actual gobierno le apunta a un desarrollo concebido en los postulados de la Tercera Vía, donde las políticas públicas prometen priorizar Paz, Equidad y Educación.

La multimodalidad y desarrollo urbano

En La Dorada, donde convergen 5 carreteras importantes, tres líneas férreas, el aeropuerto de Palanquero, un poliducto y el río Magdalena, existe un notable potencial geoestratégico para articular el sistema de transporte e Colombia.

Movilizar un contenedor en tractomula desde el Altiplano hasta los mares de Colombia, cuesta unos U$2400, que es el costo de sacarlo del Perú (U$900) y llevarlo al Asia (U$1500). Gracias a que los fletes carreteros, con el tren se pueden reducir 3 a 4 veces y con el fluvial 6 veces, la solución a esta problemática pasa por La Dorada.

Con el Ferrocarril Cafetero entre La Dorada e Irra y la Hidrovía del Magdalena, se puede implementar la multimodalidad para integrar la Región Andina y el Altiplano con los mares de Colombia.  El corredor férreo cruzando la cordillera Central con el Túnel Cumanday por las granodioritas estables del Stock de Manizales, detonaría dos plataformas logísticas: una asociada al Puerto Multimodal de La Dorada que beneficiaría a Honda, y otra entre La Virginia, el Km 41 y La Felisa. El carbón andino saliendo a Buenaventura, sería el puntal para la viabilidad económica del proyecto.

Conclusiones

En lo social, además de implementar políticas públicas que favorezcan la ruralidad, deberá priorizarse la formación de capital social sobre el crecimiento económico.

En lo económico: para cerrar esta brecha, además de políticas en CTI imbricada con la cultura, debe revisarse el modelo educativo y elevar el nivel de escolaridad que sólo llega a 4,2 años de educación básica en el campo y a 10,2 en la ciudad.

En lo ambiental, pese a los esfuerzos hechos, se debe persistir en estrategias y acciones para consolidar procesos orientados a crear la cultura del agua y una cultura forestal.

En la planificación, habrá que tomar las previsiones en el Magdalena Centro concibiendo la conurbación Honda La Dorada para prevenir conflictos y potenciar desarrollos, dado que allí detonaría uno de los centros urbanos más notables de Colombia.

CRÉDITOS: Texto fuente, en: www.bdigital.unal.edu.co/40043/ Imagen, en: Mitos y leyendas de Honda. Blog de Tiberio Murcia Godoy.