10 de febrero de 2025

Jorge Valencia, «el estorbito de la televisión»

9 de noviembre de 2014
9 de noviembre de 2014

jorge valencia

Jorge Valencia Rosas podría ser el hombre de las mil historias con risas. Se acuerda de centenares de anécdotas con personajes de la historia de la televisión como Pacheco, Juan Harvey Caicedo, Jairo Alonso, Samuel Duque, Boris Roth, Efraín Arce Aragón, Alfredito Corchuelo y decenas de actores, locutores, periodistas, camarógrafos, sonidistas, escenógrafos y libretistas.

Tiene casi un millar de amigos de Facebook, pero organizó un grupo para acompañar a Pacheco y alcanzó los 10 mil seguidores, lo mismo hizo con Helenita Vargas y ahora impulsa Reportando sintonía en la W.

Pero además de tener en su mente los encuadres de las cámaras, los textos de los libretos, la coordinación general de un programa en vivo y en directo, Jorge Valencia es un gran ser humano, que sufre por la violencia en el país, por la desgracia de Venezuela, por la falta de paz en Colombia y que extraña su terruño al tener que vivir en los Estados Unidos.

Es padre de Mario, el productor de La Voz Kids y El Desafío, jugó generala con Pacheco y cuando tomaba aguardiente era casi imposible verlo sin un cigarrillo. Cuando alguien lo escuchaba, creía que estaba gritando o regañando a alguien, pero no. Ese es su tono de voz.  

En RCN lo recuerdan por sus grabaciones, en el Valle del Cauca por sus programas de Cañaveral Televisión al lado de Pardo Llada, con sus “Entrevistas en Profundidad” o “Soneros” con María Claudia Giraldo y Ricardo Penagos, donde impulsaba a las nuevas figuras de la canción.

Jorge es un personaje para escucharlo por su historia viviente de la radio y la televisión.

–¿Usted ve La Voz Kids o El Desafío porque los produce su hijo o porque son programas buenos?

– El desafío es un programa que me cautiva por varios motivos: El principal, el contenido, las pruebas son complicadas, se involucra al televidente en la aventura.

Otro motivo, ver a los participantes, cada uno es un mundo, cada uno piensa y actúa creyendo tener la solución para no salir del programa.

Tercer motivo, Margarita Rosa De Francisco, perfecta conductora, inteligente, recursiva y hermosa!.

La Voz Kids, me tiene cautivo. Tanto las audiciones a «ciegas» como las batallas, son un permanente sufrimiento, niños chiquitos y no tan chiquitos «luchando por un sueño».

Esa es la parte que no me gusta, »luchando por un sueño» esa frase se convirtió en el clisé del programa, la repiten una y otra vez. Tampoco me gusta cuando los niños chiquitos dan declaraciones de niños grandes y menos me gusta cuando cantan en inglés. Pero, eso sí, me encanta Fanny Lu, y me gusta el papel de Jueces de Maluma Y Cepeda. Tengo que confesar que como dijo Jairo Varela en una de sus canciones, noche tras noche, se me «aguan», ver y oír a los niños me causa trancón en la garganta y humedad en los ojos.

Lo que se refiere a la dirección de los programas, tengo la suerte de notar que mi hijo sabe hacerlo. Claro que sí, soy un padre orgulloso!.

jorge valencia–¿Qué extraña de Popayán, su tierra natal?

No nací en Popayán, soy bogotano. El Payanés o el Popayanejo, mejor, el Patojo, fue mi papá. Tengo familia en Popayán y quiero a Popayán como mi tierra.

Extraño al caminar por una calle que no sea de Popayán, no saludar a nadie, en las calles de Popayán, uno mantiene el brazo derecho en constante movimiento …adiós, hola, como vas!. A eso, súmele el Pipián, la roñosa (botella de aguardiente), el reloj de un solo puntero, la cultura, la inteligencia y la dedicación de los Popayanejos. Además, la belleza femenina, como ocurre en toda Colombia. Popayán, ciudad hermosa!

Tengo un amigo, Alfredo González Medina, hábil pintor, director de arte de una agencia de JAS publicidad en Cali, donde alguna vez trabajamos juntos, excelente artista, decía: “Soy de Popayán, tierra de 11 presidentes y un director de arte”.

–¿Qué fue lo mejor de trabajar en RCN Televisión?

–Fueron 6 maravillosos años, toda la experiencia de una nueva época, empezaron a llegar los equipos sofisticados, el Chiron, el Quanta, digitales, había que hacer curso y dos veces vine a los Estados Unidos, curiosamente a la ciudad vecina de donde hoy vivo, a prepararme, a capacitarme para manejar esos equipos. Todo, claro, por cuenta de la empresa. Y si me dedico a hablar de RCN, pues aquí me quedaría. Cada día era genial, cada día hacíamos cosas nuevas, fuimos un equipo, algo similar a la selección Colombia!.

No nombraré a nadie, fuimos todos y todas –muy de moda ahora la frase– amigos,  muy amigos. Pero nombraré algunos programas: Los Dumies, Musical RCN, La Intrusa, Súper Viernes, Cusumbo, fútbol en directo, Reinado Nacional de la Belleza etc, etc.  …bueno ahí estaría 6 años contándole sobre RCN TV. Y los gratísimos  recuerdos!.

–¿Qué fue lo inolvidable de trabajar en Cañaveral Televisión?

–Cañaveral Televisión fue mi idea y mi golosina, todo cuanto sucedió en esa programadora es inolvidable para mi.

7 programadoras y Cañaveral TV, «para que vea!», inauguramos y salimos al aire con un nuevo canal regional: Tele Pacífico.

Tuve la buena suerte de hacer el empalme de Festibuga, lo transmití cuando trabajé con RCN y luego fue nuestro gran remoto en Cañaveral Televisión. Pardo Llada, estuvo con nosotros 12 años con un programa periodístico de alta sintonía: Entrevista en profundidad. La característica de Cañaveral televisión fue transmitir en directo el 90% de su programación, hasta serenatas semanales dábamos vía microondas. Compañeros todos de Cañaveral y compañeras, un saludo, un abrazo, un recuerdo!.

–¿El  aguardiente fue su peor  o mejor amigo?

El aguardiente fue mi mejor amigo, nunca me traicionó, tan buen amigo que cuando decidí abandonarlo, me entendió. Que viva el aguardiente!

–¿Pudo dejar el cigarrillo?

–Jajaja, una vez prometí solamente fumar cuando bebiera aguardiente, o sea, fumaría con frecuencia semanal, digamos viernes y sábado. Pero, era tal la dependencia del cigarrillo que salía de trabajar y en la tienda de la esquina me «zampaba» un “guaro” para justificar la fumada. Por esa razón un día me levanté decidido y determiné: adiós cigarrillo. Mediaron unos parches para dejar de fumar que nunca utilicé, esa historia es así. En Palmira, en una droguería vi una caja de parches, pregunté al dependiente y me dio las mejores referencias, su precio muy alto para un tratamiento con 30 parches en la caja, curioso, visité al laboratorio que los distribuía y me confesaron que habían que esos parches los traían de Suiza y que con ellos importaron los comerciales y que el producto no había pegado en Colombia. Hice una oferta por el saldo de parches que tenían en bodega, elaboré un comercial que transmití por Cañaveral televisión y se agotó la existencia. Y sí, aunque no usé los parches decidí abandonar la pésima costumbre de fumar.

–¿Era mejor producir el Reinado de Belleza en vivo y en directo o como está ahora lleno de pregrabados?

–Ese reinado, usted que es cercano a Samuel Duque, a Amparito Gómez, pregunte cuanta satisfacción nos dieron los directos, empezó nuestro compañero y amigo Darío Rosemberg y luego, yo, tuve la responsabilidad y la alegría de dirigir el reinado, digo, la transmisión del reinado.

–¿Cuántos años produjo el Reinado de Belleza?

Tres años, lástima haberlo dejado, me dio por ser empresario (Cañaveral TV) y adiós reinado.

–¿Cuál fue la Reina más linda de esos años?

Esa pregunta la asimilo con la decisión complicada, con el veredicto de La Voz Kids.

Reinas hermosas: Todas. Las que más quise, Margarita Rosa De Francisco, Sandra Borda, María Mónica Urbina, Patricia Janiot, Susana Caldas.

–¿Quién es su mejor amigo?

–Héctor Molina, un terco, extraño. Vive en Venezuela, y afirma que no se cambia por nadie, es gobiernista, siempre ha sido excelente amigo. Amigos inolvidables: Pacheco, Juan Harvey Caycedo, Otto Greiffstain, Julio Sánchez Vanegas, José Alarcón Mejía, Heliodoro Otero y toda la Asociación Colombiana de Locutores en sus dos géneros: Masculino y femenino. Esa chicas de la A.C.L. son divinas!.

–¿Ha vuelto a regañar a Mario, su hijo?

–Con alguna frecuencia, eso de ser papá nunca se olvida, el papá debe ejercer su autoridad!.

–¿A cuántas personas les enseñó televisión?

–Tengo unos pupilos bien «colocados»….son varios. Tampoco puedo nombrarlos, no aguantaría los reclamos de quienes pudiera omitir.

–¿Quién le puso el sobrenombre de “estorbito” y por qué?

–Jajaja, esa historia es buena. Trabajé en 1966 como redactor de textos en una agencia de Medellín, mi ortografía era pésima, así que el dueño de la Agencia, don Emilio Serrano Mesa,  resolvió regalarme un libro con las reglas ortográficas y trasladarme al departamento de Radio. Viajé a Bogotá, novato, asustado, mi misión era grabar una cuñas para Naranja Postobón con textos escritos por don Emilio, no podía fallar.

Contraté entonces a Juan Harvey Caycedo, lo llamé, don Juan, viajaré a Bogotá en tal fecha y estaré en el estudio de Caracol con el técnico César Mancipe, a tal hora , tal día.

Llegué muy cumplido, el técnico y don Juan Harvey también, además en ese estudio estaban en espera de turno: Otto Greiffstain, Julio Sánchez Vanegas, Enrique París y Boris Roth.

Empieza mi debut, Juan Harvey al micrófono, silencio absoluto: “Publicidad Triángulo Medellín, campaña Naranja Postobón, referencia 20 carros, duración 30 segundos toma 1.

Qué voz la de Juan Harvey, que pulcritud, yo, inseguro, muy inseguro le pedí después de varias tomas grabadas, le pedí que por seguridad grabar otra toma. Don Juan, generoso dijo “Toma 30”. Yo, confiando en que lo lograría, insistí y una vez más le pedí a don Juan otra toma, entonces en su tono jocoso y en presencia de todos aquellos personajes que mencioné al comienzo, me dijo “ No jodás estorbito” Las risas aún las recuerdo, yo quería desaparecer del planeta. Llegué a la agencia, presenté mi trabajo y me aprobaron la toma 3.

A partir de 1969, gracias al bautizo de Juanito, me conocen en el medio como estorbito.

–¿Qué recuerda de Samuel Duque?

–Un tipo sensacional, tranquilo, analizaba la situación y tomaba determinaciones contundentes. RCN en aquella época, era líder en el medio. Samuel conformó un equipo humano maravilloso, siempre fue un muy buen jefe y un mejor amigo. Tenía palabras de estímulo para quien las merecía y era recio para reprochar y hacer ver errores. Yo, llegué a RCN TV por recomendación de Julio Sánchez Vanegas, bastó una llamada a Samuel y un día en 1982 empecé con RCN, estuve 6 años, siempre me arrepentí de haberme ido. Samuel es hoy una figura en el medio, un hombre importante, un señor de mucho mérito.

–¿Qué le aprendió a don Efraín Arce Aragón?

–Don Efra, gran tipo, me encantaba verlo golpear las teclas de esa máquina de escribir, Remington, verde, yo, ya lo había conocido en Medellín y nos volvimos a encontrar en RCN TV, allí, don Efra, escribía los libretos de Cusumbo, la parte escénica la dirigía Felipe González  y yo dirigía las cámaras. Qué recuerdo, inolvidable época.

–¿Se reía de los chistes de Jaime Santos?

–Con Jaime Santos, hicimos unos trabajos para Tecnoquímicas, sí, claro, Jaime es un humorista genial, recuerdo que la hoy famosa “stand-up comedy”, Jaime la hacía en 1974 con éxito absoluto. No me equivoco, quien primero se paró en un escenario en Colombia a “rajar” de los políticos,  en solitario, fue Jaime Santos.

–¿Ha vuelto a hablar con Jairo Alonso?

–Un saludito le di vía Skype hace algunos meses, perdimos contacto directo pero lo veo en televisión, unos años mas de edad, pero el mismo buen Jairo, la misma voz, los mismos chistes, y creo que la misma nostalgia por el reinado de belleza, en aquella época vivía doña Tera, matrona, conocedora como nadie de su reinado.

–¿Qué historia recordará siempre de Alfredo Corchuelo, el camarógrafo?

–Con Alfredito Corchuelo, hicimos un programa de televisión para Colombiana “la mejor bebida”, con la misma agencia de Medellín, esa que ya nombré, esa que tanto recuerdo, Publicidad Triángulo. El nombre del programa era muy sonoro, contundente, “Aventura Colombiana”, eran 3 minutos diarios, hechos en cine, quiero decir en película, formato 16 milímetros, cámara Arriflex, camarógrafo, el famoso Alfredo, alias “El conejo” Corchuelo.

Director: Leopoldo Pinzón, Libretos Germán Pinzón, hermanos de Carlos Pinzón, de los famosos hermanos Pinzón Moncaleano. Yo, debutante en el medio, era el productor, el encargado de enviar las latas de película para que en Bogotá otro de los hermanos Pinzón revelara y editara y sonorizara con la voz de Juan Harvey Caycedo,   yo, con pase de chofer que me habilitaba para manejar la “carabela”, así se llamaba nuestro vehículo Willis tipo camioneta que nos transportó 14700 kilómetros que fue nuestro escenario mientras estuvo al aire el programa.

En 1970 / 71   estaba en construcción en su versión moderna, de concreto,   el puente internacional  Rumichaca, allí registramos aspectos de los trabajos, tarde, salimos hacia Pasto, distante unos 90 kilómetros, un par de horas en “la carabela”, nos hospedamos en el Hotel Americana, contamos de dónde veníamos, éramos famosos, el programa de 3 minutos diarios era de alta sintonía, lo digo pues todo Colombia nos conocía, en aquella época no existían Ibope, ni Nielsen.

En el hotel nos tenían tres sobres, uno para Leopoldo, otro para “el conejo Corchuelo” y otro para mí, el menos abultado. Era la “quincena” que puntualmente nos situaba la agencia desde Medellín, en donde nos encontráramos.

Nos dimos un baño, salimos al parque Nariño, entramos al clásico café, con rocola y “coperas”, preciosas, amables, bebimos. Un par de horas mas tarde, Leopoldo y yo nos despedimos, dejamos al conejo en poder de las “nenas”…yo, que compartía habitación con el conejo, desperté y vi su cama vacía, decidí levantarme para ir en busca de Alfredito, preciso, lo que sospeché, lo encontré bailando y haciendo volar la plata del sobre de la quincena, esas mujeres felices, gritaban y agarraban sus billeticos.

Volví a encontrarme con el conejo en 1983, en RCN TV, murió el conejo, se fue un buen amigo.

–¿Era mejor la televisión que se hacía antes?

–¿Mejor? …había más control, los contenidos eran familiares, era teatro, era comedia, era música. Sí, definitivamente era mejor en sus contenidos. Insuperable en el talento de quienes la inauguraron, Hugo Pérez, lo recuerdo, con él trabajé en 1972, hice en “tape”, cinta de media pulgada, blanco y negro,  una presentación para La Rosa, cliente de Propaganda Época donde me desempeñé en dos funciones: redactor de textos, ya con buena ortografía y director de radio y televisión. Hugo Pérez que hacía en Inravisión unos programas, todos en vivo, no había máquina para grabar, cuando se le olvidaba el parlamento, gesticulaba, cero voz y ponía en serios aprietos al inocente operador de audio.

-¿Quién escribía buenos libretos?

–Bueno, sin dudarlo, en aquella época, era Don Efra, el buen Don Efraín Arce Aragón, famoso por “Destino la ciudad”. Bernardo Romero Pereiro, era un experto, en radio Fulvio González Caicedo.

–¿Tuvo algún encontrón con David Stivel?

–No, en realidad con David tuve muy poco trato, él se retiró de RCN justo cuando yo ingresé. Lo quisieron, fue un director recio, exigente, respetado.  Hoy lo recordamos.

–¿Con qué director de televisión trabajó  bien sin problemas?

–Con el Argentino Boris Roth, era una maravilla de tipo. Con Boris hicimos varias series, la primera, la recuerdo, con Estelita Suarez, Yudy Henríquez, y un elenco de primera, con libretos de Don Efra, Efraín Arce Aragón, grabamos y nos vieron “La Intrusa”.

Una mañana Boris no llegó a dirigir, fui a buscarlo y lo encontré muerto en su cama, un infarto lo sorprendió Fui comisionado por Samuel Duque para coordinar todo cuanto tuviera que ver con el  sepelio.

Me esmeré, contraté los mejores servicios funerarios, elegí el mejor ataúd, esperamos a su hermana que venía de Buenos Aires para asistir como única representante familiar a sus funerales. Ya en el cementerio, la hermana pidió trasladar el ataúd a un cuarto privado, curioso me acerqué, la puerta cerrada, escuché golpes en el cajón, martillo, estaban rompiendo el ataúd, le quitaron todos los adornos, lo dejaron sin ningún lujo, lo rasparon (yo ignorante y torpe), sabiendo que Boris era Judío, ignoraba la tradición Judía: cero lujos, unas tablas unidas por puntillas es lo que usan para llevar a sus muertos al fondo de la tierra.

Fue una ceremonia con muchos asistentes, entre ellos Pacheco, cuando alguien pasó repartiendo el kipá que usan los judíos para su ceremonia, los ofrecían en dos colores, azul y rojo, Pacheco dijo: “por favor deme el rojo, soy hincha del Santafé”.

–¿Con quién tenía siempre problemas?

–Jajaja, ya sé para dónde me llevas, quieres que relate la el episodio de con quien no nos poníamos de acuerdo casi nunca, discutíamos pero finalmente fuimos amigos. Se trata de Darío Rosemberg Montoya, era productor general en RCN, mano derecha de Samuel, Darío y yo, discutíamos un plano, una toma, una luz, un micrófono, era complicado, pero finalmente acordábamos. Un día, teníamos previsto presentar en un programa un muy buen contraste, se trataba del hombre más alto de Colombia y la mujer más pequeña. Entré al estudio y al ver a semejante “vara de premio”, se me “prendió el bombillo”. Llegué a la oficina de Darío y actuando, le dije: Darío, sé que usted y yo no la vamos muy bien, pero, acabo de escuchar a un tipo que a voz en cuello, en el estudio, está diciendo que usted es un “hijueputa” y eso no me parece bien.  Darío, montó en cólera, era un tipo alto, fornido y me dijo, camine, dígame quien es ese tipo, le dije sígame, lo llevé, , entramos al estudio y le señalé al gigante. Darío me miró y dijo, si el señor tiene razón yo, soy un hujueputa. Eso sirvió, ya no volvimos a discutir tanto.

–¿Cada cuánto habla con Marco Aurelio Álvarez?

–Marco Aurelio, otro genio de las comunicaciones, se le ocurre una idea cada 5 minutos, usted le compra una de tantas y acierta. Con Marco Aurelio viajamos por varios países haciendo Súper Viernes, era excelente, de alta sintonía, Marco Aurelio, creativo, hábil, con muy buen humor, muy buen presentador y excelente hombre de radio. Buen amigo, el Skype acerca, la tecnología funciona.

Un día estábamos en Manizales, era una transmisión de la feria, RCN radio,  trabajaban Pacheco y Marco Aurelio, yo, como todos los años asistía a la feria de Manizales. Se montó Marco Aurelio en un transmóvil y con Pacheco nos quedamos en el hotel escuchándolo …decía “Vamos por la Avenida Santander, estamos llegando a una lindísima fuente luminosa, estamos al frente del edificio en construcción “El Chicanero”, Pacheco y yo comentamos, no puede ser que en Manizales haya un edificio con ese nombre. Cuando terminó Marco Aurelio y regresó al hotel le preguntamos, ¿es cierto que aquí, hay un edificio que se llama “el Chicanero” Marco, soltó la carcajada y nos dijo: es que en esta época de UPAC, un edificio de 10 pisos en construcción y en cada piso hay una aviso que dice VENDIDO, ese edificio es “el Chicanero”.

Con Marco Aurelio hace rato no hablo, lo escucho cada diciembre en Caracol.

–¿Con cuál programa de televisión logró el éxito?

Si no me llama creído, petulante, sobrado, le contesto: Soneros. Noche de Luna. Entrevista en profundidad. Súper Viernes. Cusumbo. La Intrusa   …etc. etc.

–¿Volvería a hacer Soneros en Tele Pacífico?

–Solamente una señal, alguien que me invitara y “la camisa se me haría bomba del carrerón que pegara”

–¿Cuántos años vivió en Cali, aprendió a bailar salsa?

–40 años, soy Caleño! Bailé salsa, en Hollywood, en la Florida cuando fui a estudiar producción de televisión, los viernes la pasaba muy bien y no me costaba un dólar la parranda. Frecuentaba yo un bar todos los viernes, iban las gringas,  fascinadas con la salsa, todo lo pagaban ellas a cambio de ser yo su parejo.

–¿Cuántos años en la ACL?

29 años.

–¿Por qué ingresó a la ACL?

Porque se trata de una reunión de amigos donde se pasa muy bien. Las tertulias siempre fueron edificantes y cargadas de compañerismo y buen humor. Es el mejor club que he conocido, allí han estado todas la voces masculinas y femeninas que han hecho la historia de la radio en Colombia. Mi asociación Colombiana de Locutores.

–¿Qué le cambiaría a la ACL?

Nada, en absoluto, ha sido la institución mejor manejada, hoy, a pesar de que abolieron la licencia, pertenecer a la A.C.L. es un verdadero orgullo.

–¿Qué programas radiales escucha de Colombia?

–La Luciérnaga, Hora 20. No tengo tiempo para más. Y tengo la fortuna de escucharlos en reproducción, así, cuando aparece “risaloca” a contar chistes lo adelanto.

–¿Cuántas veces lloró por las mujeres?

–Con la complicidad de mi amigo el aguardiente, muchas!…

–¿Qué programa de televisión le hace falta a Colombia?

–Colombia es grande haciendo televisión. No creo que falte ninguno, se explora permanentemente.

–¿Cree que le irá bien a Gustavo Gómez en La Luciérnaga?

–Estoy seguro, le irá muy bien. Es un tipo consagrado, le gusta el oficio y eso garantiza el éxito. Ojalá, aprovecho la oportunidad para pedirle a Gustavo que acabe con “risaloca”, Monsalve es otro asunto, muy bueno en lo demás, contando chistes es un “petardo”.