18 de abril de 2024

Unas dosis de sabiduría Shakesperiana

9 de octubre de 2014

 

El más grande dramaturgo de todos los tiempos, autor de obras tan célebres como «Romeo y Julieta», «Otelo», «El Mercader de Venecia», «El sueño de una noche de verano» y «La fierecilla domada», entre otras, solía decir a sus contertulios:

“Siempre me siento feliz, ¿saben por qué? Porque no espero nada de nadie; esperar siempre duele. Los problemas no son eternos, siempre tienen solución, lo único que no se resuelve es la muerte”.

Unas recomendaciones del sabio

No permitas que nadie te insulte, te humille o te baje la autoestima.

Los gritos son el arma de los cobardes, de los que no tienen la razón.

Siempre encontraremos gente que te quiere culpar de sus fracasos, y cada quien tiene lo que se merece. Hay que ser fuertes y levantarse de los tropiezos que nos pone la vida, para avisarnos que después de un túnel oscuro y lleno de soledad, vienen cosas muy buenas.  «No hay mal que por bien no venga». Por eso disfruta la vida porque es muy corta, por eso ámala, sé feliz y siempre sonríe, sólo vive intensamente para ti y por ti.

Siete indicaciones claves

1) Recuerda: Antes de discutir, Respira.

2)  Antes de hablar, Escucha.

3)  Antes de criticar, Examínate

4)  Antes de escribir, Piensa

5) Antes de herir, Siente

6)  Antes de rendirte, Intenta

7)  Antes de morir, ¡¡¡VIVE!!!

Ten presente –agregaba don William—que la mejor relación no es aquella que une a personas perfectas, sino aquella en que cada individuo aprende a vivir, con los defectos de los demás y admirar sus cualidades.

Otros consejos shakesperianos

Entiende que quien no valora lo que tiene, algún día se lamentará por haberlo perdido y que quien hace mal, algún día recibirá su merecido.

Si quieres ser feliz, haz feliz a alguien; si quieres recibir, da un poco de ti, rodéate de buenas personas y sé una de ellas.

Recuerda, a veces de quien menos esperas es quien te hará vivir buenas experiencias!

Tolón Tilín

Y nos daba esta ñapa el Cervantes de Inglaterra:  Nunca arruines tu presente por un pasado que no tiene futuro.

Una persona fuerte sabe cómo mantener en orden su vida.

Aún con lágrimas en los ojos, se las arreglará para sortear el problema que pretende amargarle la vida. Y será enteramente feliz.