Mucho ruido y pocas nueces
Estamos hablando de la noticia espectáculo que busca enganchar al lector con el desarrollo y casi nunca desenlace de algunos fenómenos. Tal es el caso de la muerte del joven Colmenares, que se convirtió en una verdadera telenovela al involucrar a las familias y todos los enredos que se vivieron en los noviazgos de los actores que estuvieron cerca del joven muerto. Aún sigue en vilo la audiencia en relación con los resultados.
Pero nos queremos referir u otro de los casos más sonados, como es el del caso del Hacker Sepúlveda, un joven experto en informática que fue contratado por la campaña del candidato a la presidencia, Oscar Iván Zuluaga.
Que los nexos con las fuerzas militares, que los vínculos con ciertos jefes políticos, y en fin, toda una red de informantes que buscaban supuestamente bloquear el proceso de paz y desprestigiar al Presidente.candidato, Santos.
Y como en toda telenovela, se anunciaba que se irían a conocer los nombres de importantes personajes involucrados en chuzadas, en venta de información confidencial y todo espectáculo mediático que como era apenas natural, se convertía en el pan de cada día en los mentideros políticos.
Hoy, luego de varios meses en donde interrogación viene y va, sólo han sido involucrados en el caso del hacker, a policías o sargentos, mientras que los altos jefes de la política y de las fuerzas militares, permanecen al margen de toda sospecha. Resulta entonces que las decisiones de chuzar o vender información, corresponde a los mandos bajos de las fuerzas militares, mientras que las altas jerarquías permanecen al margen de toda sospecha.
Algo así como lo que ha ocurrido con el e-secretario de la Presidencia, que fue absuelto de toda culpa a raíz de la investigación sobre chuzadas a los miembros de las altas cortes y a políticos de la oposición. Siguiendo la misma lógica, fue la señora Hurtada, funcionaria en aquella época del DAS, la que ordenó y autorizó las interceptaciones ilegales a funcionarios y miembros de la oposición, y de ello no tenía ni idea el señor Presidente ni su Secretario.
Cosa curiosa que los entonces Ministros del presidente Uribe, consiguieron votos de congresistas, para conseguir su reelección, pero desde luego sin el consentimiento del doctor Álvaro Uribe. Algo así como lo que ocurrió con el doctor Samper, que entró dinero mal habido a su campaña, pero eso sí, a sus espaldas.
Preocupante entonces que la “inteligencia militar” siga en manos de soldados rasos y a veces de sargentos, pero no de generales o coroneles.