29 de marzo de 2024

El momento más importante de mi vida

28 de octubre de 2014

ricardo tribin

Cuanto tiempo de verdad perdemos concentrándonos en lo que no es, en vez de ubicarnos en lo que si vale la pena y este es el instante presente. Sufrimos la melancolía del pasado y tememos lo que está por llegar, dejando de lado el deleite de este segundo, momento en el cual aún estamos vivos y en muchos casos con la salud y habilidades para realizar muchas cosas.

Se habla  del caso de un conejo que quiso ganar una competencia en la que había apostado muchas zanahorias. Estaba optimista y motivado y se entrenó con toda la dedicación del caso. Llegado el día de la prueba, desafortunadamente sufrió una torcedura y no pudo correr y por lo tanto debió reservarse para una nueva oportunidad. El conejo sin embargo no se entristeció, y se dijo así mismo: “Si hoy no lo pude lograr, en otra ocasión será, evento para el cual me prepararé día por día, como si cada uno de ellos fuese el ultimo de mi existencia. El conejo no se quedó en el pasado, ni puso sus emociones en el futuro, sino que por el contrario, sin dejar de planear lo que iba hacer para volver a correr y posiblemente ganar, se ubicó en el aquí y el ahora, siguiendo la ruta hacia su destino, un día a la vez. El corolario de la historia es que en una nueva competencia el conejo resultó ganador.

Todo lo anterior conduce a la clara conclusión que lo mejor que podemos hacer en nuestras vidas es estar en el presente,  recordando en cada ocasión que “cada día tiene su propio afán”, decisión que nos permitirá enfrentar sin sobresaltos todo lo que nos llegue, procurando hacer en todo instante lo mejor que podamos, con entusiasmo y decisión, sin lamentos ni temores, colocando en nuestra memoria muy fijamente el que en el ahora están nuestro mundo, la realidad y la verdad. Lo demás son efectos pasajeros que ni podremos repetir en forma idéntica, pues ya sucedieron, ni quedarnos en su historia,  puesto que esta ya pasó.