13 de febrero de 2025

Sin ciencia no hay futuro

28 de septiembre de 2014

armando rodriguezEs evidente que la ciencia es considerada un asunto decisivo para el futuro de ese país pues la sociedad en general la reclama como elemento para la recuperación de su economía. Varios de los manifestantes expresaban que “sin ciencia no hay futuro”, preguntándose en qué se podría convertir una España que ya no investiga. Estas protestas coinciden con el llamado de la Unión Europea a la “Noche de los Investigadores” en un intento por motivar el interés por la ciencia en la sociedad.

No hay duda del océano de distancia que hay entre ellos y nosotros. Mientras que en España, Italia y Francia se marcha por las calles exigiendo mayor presupuesto para la investigación científica bajo la convicción que el futuro se construye con conocimiento, en nuestra patria estamos ocupados en debates sobre terrorismo, violencia intrafamiliar, desaparecidos, ataques guerrilleros y de bandas criminales, narcotráfico, paramilitarismo, proceso de paz, víctimas y desplazados, maltrato infantil, violación y derecho homosexual, amén de rencillas pendencieras entre gobierno y oposición, dejando de lado asuntos primordiales para una sociedad como lo son la formación de científicos, la financiación de los grupos de investigación, la creación y transferencia de tecnología y el hacer de la innovación una cultura.

Este desprecio por el conocimiento pone a la ciencia al borde del colapso y con ello nuestras opciones de futuro. ¿Cuándo entenderemos que la forma de avanzar hacia el desarrollo y el bienestar es a través de la innovación y el conocimiento científico? No existe un país en el mundo que haya progresado sin ciencia y tecnología, como tampoco existe una nación pobre y atrasada con altos niveles de investigación científica.

¿Cómo enfrentar los retos que nos presenta esta sociedad, comprender nuestros frágiles y valiosos ecosistemas y solucionar las necesidades del sector productivo, si menospreciamos el valor de la investigación y no nos ocupamos de la fuga de talento humano irreemplazable que compromete nuestro futuro? ¿Acaso vamos en contra vía de los que apuestan por un desarrollo basado en la ciencia para producir la tecnología que necesitan?

En parte el subdesarrollo en el que estamos sumidos se entiende al comparar los asuntos que preocupan a la opinión pública europea  y los que concitan la atención diaria en Colombia, rezongándonos cada vez más del tren del progreso.

Pero si estas son verdades de Perogrullo, ¿por qué será que a nuestra dirigencia política le cuesta tanto comprender que sin ciencia no hay futuro? Preguntémonos entonces ¿en qué se podría convertir una Colombia que desprecia la investigación?

arjquindí[email protected]
28 de septiembre de 2014