13 de octubre de 2024

Una política industrial seria y duradera

13 de agosto de 2014

Por eso no nos sorprenden las preocupaciones del ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas Santamaría, cuando enciende las alarmas por la situación del sector y cuando pone todas sus esperanzas de resurgimiento industrial en la entrada en operación de la Reficar en Cartagena, una faraónica obra, que no solo pasará a la historia por sus millonarios sobrecostos, sino porque nunca cumple con los cronogramas que proponen.

Pero más allá de ese lacónico lamento, está la situación de la industria colombiana forjada por más de 70 años con una red que otrora era la envidia de muchos vecinos, que si bien ha presentado mejoras en sus indicadores en los últimos meses, no hay un crecimiento sólido que le augure un buen futuro. Obviamente, el nuevo orden internacional, la avalancha de tratados de libre comercio, la endeble seguridad jurídica, las intermitentes reformas tributarias, entre otros asuntos no menos importantes, son algunas de las causas de la mala situación o al menos del pírrico crecimiento. El Ministerio de Comercio Exterior, Industria y Turismo se ha concentrado en firmar TLC a dos manos y promocionar exportaciones de la pequeña y mediana empresa, eso está bien en una primera fase, pero se olvidó de las políticas públicas enfocadas a desarrollar el segundo componente de su cartera como lo es la industria.

Justamente por eso la Asociación Nacional de Industriales, Andi, que el viernes celebra sus 70 años de existencia, ya propuso abrir el Ministerio de Industria o al menos renombrar el de Comercio, de tal manera que se articulen mejor las políticas de Santos en este sentido. Pero esa no es la solución y creemos que la nueva ministra del ramo, la exministra de Transporte, Cecilia Alvarez, no se va a dejar despedazar su encargo, quedándose con Turismo y Comercio y dejando la Industria para otro colega. La solución está en poner a trabajar en varios sentidos lo que hoy hay en ese Ministerio: Proexport, Bancoldex y tres viceministerios. Es una institucionalidad muy grande y sólida, que quizá no cuente con las personas idóneas para sacar adelante lo que el Gobierno quiere para estos próximo cuatro años.

Particularmente los viceministerios son invisibles, burocratizados y carentes de total liderazgo para arrastrar a los industriales más veteranos, quienes sí tienen un peso innegable en la región. No hay en el Ministerio en mención personas de peso que tengan las dimensiones en ser y el hacer para convocar a los empresarios. Ojalá en la Asamblea de la Andi el Presidente sorprenda con su revolcón en este tema.

LA REPÚBLICA/EDITORIAL