29 de marzo de 2024

Llegó la hora de pagar impuestos

2 de agosto de 2014

Lo cierto es que cada ciudadano sin importar su condición tiene su propia visión acerca de esa relación con el Estado, a través de la cual el Gobierno obtiene los recursos para solventarse ya sea como instrumento para sostener el aparato burocrático, atender las necesidades sociales de los más desvalidos y financiar programas de inversión en distintos frentes que se supone se expresan en obras concretas. Los recursos obtenidos serán usados para hacer un presupuesto de 2015 “responsable, que reduce el déficit fiscal, protege la economía de los choques derivados de la crisis y la desaceleración global. Además, contribuye al cumplimiento de la meta de un dígito en el índice de desempleo y reduce los indicadores de pobreza”.

Con el lema de “haga cuentas, declare y pague renta”, la Dian ha iniciado una campaña de concienciación para se cumplan la obligación y sin duda es mejor hacerlo, so pena de tener que pasar tragos amargos después. No hay que engañarse. El período de las obligaciones tributarias no es como otros que producen alegría, pero sí hay que ponerle una dosis de patriotismo y satisfacción por el deber cumplido, así resulte oneroso para las finanzas. Es muy probable que los nombres sofisticados que usan los expertos puedan confundir, pero a lo mejor genera más tranquilidad no tener conciencia o conocimiento sobre ellos: el Cree, Iman, IVA, presuntiva, neto, descuentos, deducciones, exento, retención y anticipo forman parte del léxico con el que hay que lidiar por estos días.

Hay cosas obvias que no se deben pasar por alto los contribuyentes para evitarse problemas con la Dian que tanto empujó Juan Ricardo Ortega y cuyas riendas tomará Santiago Rojas, quién estuvo en la entidad hace 12 años, la primera de las cuales es que no crea que la Dian no sabe sumar como pasaba hace un tiempo cuando los errores aritméticos no eran detectados. Declare y presente el formulario diligenciado en los tiempos establecidos ya sea utilizando los medios electrónicos u otros mecanismos como la red bancaria. No hacerlo en las fechas establecidas puede resultar muy conflictivo no solo en términos de dinero, sino también en tiempo y malhumor.

Así, declarar renta y pagar impuestos es una realidad que no podemos eludir y es mejor que se ponga buena cara. Recuerde lo que con tanto acierto dijo hace un par de siglos Franklin y Dafoe.

LA REPÚBLICA/EDITORIAL