28 de marzo de 2024

El miércoles eligen nuevo presidente de la Conferencia Episcopal

7 de julio de 2014
7 de julio de 2014

 

La nueva cabeza del catolicismo en Colombia, religión que sigue siendo mayoritaria en el país, desempeñará ese cargo hasta el 2017.

“Guardando las proporciones, es algo parecido a la elección de un papa”, dice monseñor José Daniel Falla, secretario general de la Conferencia Episcopal. En la Asamblea –que comienza este lunes y se extenderá hasta el viernes– los obispos se reunirán en un espacio de oración, harán una radiografía del país y reflexionarán sobre los desafíos de hoy para la Iglesia. Ahí se empieza a trazar el perfil de quien debe asumir la presidencia del Episcopado.

No hay candidatos definidos, aunque, como ha sido tradición, algunos nombres se barajan con mucha reserva (ver módulos). El gran elegido, dentro del grupo de 83 jerarcas, debe contar con las dos terceras partes del número de votantes, es decir 55 votos. En el caso de no lograr ese número, se repetirán las votaciones hasta alcanzarlo.

Quien asuma el cargo tendrá el papel de transmitir las voces de los obispos del país y, ante la opinión pública, se encargará de presentar las posturas oficiales de la Iglesia Católica. “Es quien anima la unidad, la participación y la fraternidad de sus obispos; promueve la evangelización e incide en la construcción de la sociedad”, explica monseñor José Daniel Falla.

Sin embargo, Salazar –el único cardenal activo del país– mantendrá su figura como Arzobispo de Bogotá y cardenal primado; es decir, seguirá siendo el número uno de la Iglesia Católica en Colombia. Según sus allegados, continuará ejerciendo una activa presencia en la vida de la iglesia y la Nación.

Si bien no hay un perfil establecido, se espera que el sucesor del cardenal Salazar en la presidencia del Episcopado mantenga una línea similar frente a temas coyunturales como la paz, el diálogo y la reconciliación. Este aspecto, sumado a una muy buena relación con la sociedad civil y los medios, hacen parte del legado que deja el Cardenal.

“Como dice el Santo padre Francisco, debe ser ‘un pastor que huela a oveja’. Es decir, un hombre sencillo y servidor, capaz de estar con los más pobres; un pastor dialogante, un profeta que denuncie todo lo que atente contra la dignidad de la persona, un líder que sea incluyente para que todos en Colombia tengan participación en la construcción de un país más justo y solidario y de una Iglesia cada vez más comprometida con la misión de anunciar el Evangelio de Jesucristo”.

Así perfila monseñor Falla a quien asumirá el liderazgo de la Iglesia Católica la próxima semana.

Los cambios que afronta el país en los campos político, religioso y cultural siembran los retos del próximo presidente del Episcopado. Monseñor Falla no oculta que la secularización, es decir, que la gente se aleje de la Iglesia, preocupa y requiere mayor trabajo en el campo de la evangelización.

“Quien asuma –añadió Falla– debe animar y promover entre sus hermanos obispos la puesta en marcha del plan pastoral de la Conferencia Episcopal. Este cuenta con unas líneas de acción que pretenden responder a muchos desafíos de la Iglesia en Colombia, entre ellos empoderar a los bautizados del sentido cristiano y de su compromiso con la sociedad”.

Óscar Urbina, arzobispo de Villavicencio

A sus 67 años, a monseñor Urbina se le reconoce su trabajo en temas cívicos.

En varias ocasiones ha expresado la importancia de crear ciudad con compromiso y pensando en los demás. En la región, ha trabajado por la transparencia electoral y ha manifestado su clamor por las víctimas del conflicto. No es mediático, pero se le reconoce su seriedad y apertura al diálogo.

Héctor Epalza, arzobispo de Buenaventura

Muy cercano a la comunidad, a las víctimas de la violencia y a los desplazados. No le ha temblado la voz para insistirle al Gobierno para que gire su mirada al Pacífico y sus problemáticas sociales. Sencillo, valiente al denunciar las injusticias y la violencia, monseñor Epalza, de 74 años, representa el estilo pastoral más cercano al papa Francisco.

Fabio Suescún, obispo castrense

Es el obispo de las Fuerzas Militares desde el 2001. Serio, reservado y estricto, es el único de los cinco candidatos que no es Arzobispo. Aunque es poco mediático, se reconoce su cercanía con el presidente Juan Manuel Santos. Tiene 72 años.

Monseñor Darío Monsalve, arzobispo de Cali

De línea abierta al diálogo, monseñor Monsalve, de 66 años, se ha destacado por su compromiso con la paz y las causas sociales. Sus pronunciamientos fuertes contra la violencia son ya conocidos en Cali. Frente a las negociaciones con la guerrilla, se ha mostrado optimista. Incluso, ha expresado la necesidad de un acercamiento con las bandas criminales.

Ricardo Tobón, arzobispo de Medellín

Conocido por su carácter reservado y conservador. Monseñor Tobón se ha expresado en varias ocasiones sobre la delincuencia en Medellín, pese a ser poco mediático. Sus críticas giran en torno a que la ciudad se preocupa mucho por tener reconocimiento internacional, mientras que en las comunas los jóvenes se siguen matando. Frente a las negociaciones de paz no se conoce de su parte una postura concreta.